LA PERSONA CORRECTA
Quizás Dios quiere que conozcamos unas pocas personas
equivocadas antes de conocer a la correcta, para que cuando finalmente
conozcamos a la persona correcta, sepamos cómo estar agradecidos por ese
regalo.
Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra se abre,
pero muchas veces miramos tanto la puerta cerrada que no vemos la que ha sido
abierta para nosotros.
El mejor tipo de amigo es aquel con quien te puedes
sentar en el patio y columpiarte con él, sin decir una palabra, y después irte
sintiendo como si hubiera sido la mejor conversación que jamás tuviste.
Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo
perdemos, pero también es cierto que no sabemos qué nos está faltando hasta que
llega. ¡Darle a alguien todo tu amor nunca es una garantía de que te amará de
vuelta! No esperes amor a cambio, sólo espera a que crezca en su corazón, pero
si no lo hace, alégrate de que creció en el tuyo.
No te fijes en la pinta; te puede decepcionar. No te
fijes en la riqueza; incluso eso se desvanece. Fíjate en alguien que te haga
sonreír porque se necesita sólo una sonrisa para hacer que un día oscuro
parezca claro. Encuentra al que hace sonreír a tu corazón.
Sueña lo que tú quieres soñar; anda donde tú quieras ir;
se lo que tú quieres ser, porque sólo tienes una vida y una oportunidad para
hacer todas las cosas que quieres hacer.
Que tengas suficiente felicidad que te haga dulce,
suficientes pruebas que te hagan fuerte, suficiente esperanza que te haga feliz.
Ponte siempre en los zapatos del otro. Si sientes que te duele probablemente
también le duele a la otra persona.
La felicidad está con aquellos que lloran, aquellos que
están dolidos, aquellos que han buscado, y aquellos que han intentado, porque
sólo ellos pueden apreciar la importancia de aquella gente que ha tocado sus
vidas.
La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de
todo; ellos tan sólo saben sacar lo mejor de todo lo que se les presenta en el
camino.
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