https://eljardindelassreflexiones.blogspot.com/2020/05/prueba.html EL JARDIN DE LAS REFLEXIONES : PAJAROS ENJAULADOS

viernes, 18 de julio de 2014

PAJAROS ENJAULADOS

Había una vez un hombre llamado Jorge Thomas, pastor de una pequeña iglesia en un pueblo de Nueva Inglaterra. Una mañana de Domingo de Pascua llegó a la iglesia cargando una jaula para pájaros oxidada, doblada y vieja, y la puso en el púlpito. Las cejas se elevaron y como respuesta el Pastor Thomas dijo:

“Ayer, caminando por el pueblo vi a un muchacho que venía a mi encuentro columpiando esta jaula para pájaros. Al fondo de la jaula habían tres pajaritos salvajes temblando de frío y de miedo. Me paré y le pregunté:

- Qué llevas allí hijo?

- Solamente estos pájaros viejos – contestó.

- Qué vas a hacer con ellos” – pregunté.
 
- Los llevaré a casa y me divertiré con ellos. Los voy a molestar y a halar de las plumas para hacerlos pelear. Me voy a divertir mucho.

- Pero tarde o temprano te vas a aburrir de esos pájaros y cuando eso sea, ¿Que vas a hacer?

- Ah, tengo algunos gatos – dijo el muchacho – Se los llevaré. A ellos les gustan los pájaros.

Hice silencio por un momento y luego le dije:

- ¿Cuánto quieres por esos pájaros hijo?

- Eh… ¿Por qué?, Usted no los quiere señor. Son solamente viejos pajarracos. No cantan, ni siquiera son bonitos.

- ¿Cuánto? – pregunté nuevamente.

El muchacho midió al pastor para ver si estaba loco y dijo

- ¿Le parecen $10.00?

Me metí la mano en el bolsillo y saqué un billete de $10.00 y lo coloqué en la mano del muchacho. En un segundo, el muchacho se había ido. Recogí la jaula y suavemente la llevé hasta el final del valle, donde había un árbol y un lugar con césped. Poniendo la jaula en el suelo, le abrí la puerta, y con un suave toque en los barrotes, hice que los pájaros salieran, liberándolos.”

Bien, eso explicaba la jaula vacía encima del púlpito y el pastor empezó a contarles esta otra historia:

“Un día Satanás y Jesús estaban conversando. Satanás acababa de ir al Jardín del Edén, y estaba mofándose y riéndose diciendo:

- Si Señor. Acabo de apoderarme del mundo lleno de gente de allá abajo. Les tendí una trampa, usé cebo que sabia que no podrían resistir. Cayeron todos!

- ¿Que vas a hacer con ellos? – preguntó Jesús.

- Ah, me voy a divertir con ellos – respondió Satanás – Les enseñaré como casarse y divorciarse, cómo odiar y abusar uno del otro, a beber y por supuesto, les enseñaré a inventar armas y bombas para que se destruyan entre sí. Realmente me voy a divertir!

- ¿Y qué harás cuando te canses de ellos? – le preguntó Jesús.

- Ah, los mataré – dijo Satanás con la mirada llena de odio y orgullo.

- ¿Cuánto quieres por ellos? – preguntó Jesús.

- Ah, tu no quieres a esa gente. Ellos no son buenos. ¿Por qué los querrías tomar. Tu los tomas y ellos te odian. Escupirán a tu rostro, te maldecirán y te matarán. Tu no quieres a esa gente!!
 
- ¿Cuánto? – preguntó nuevamente Jesús.

Satanás miró a Jesús y sarcásticamente respondió:

- Toda tu sangre, tus lagrimas, y tu vida.

Jesús dijo:

- ¡HECHO!

Y así fue como pago el precio.”


El pastor tomó su jaula. Se dirigió hasta la puerta, la abrió y se alejó.

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