Pero sabré superarlo… yo puedo, tengo capacidad para
ello.
Puedo tener amor, puedo tener felicidad. Confío en mí, me
acepto tal como soy.
Yo sé que hay días en los que lágrimas derramaré, pero
darán comienzo a un nuevo amanecer.
Todos deberíamos
aprender a llorar, saber que más de alguna vez te romperán el corazón y que
nada es perfecto en el mundo real. Pero eso no es algo que te debiera
entristecer sino lo contrario, pues por cada paso en falso que das, muchas más
acertarás.
No evitemos el dolor, no se puede, es inevitable sentirlo
alguna vez. No es malo sentir dolor, porque ayudará a que cuando llegue el amor
y renazca la ilusión por lograr una buena relación, podamos reconocerlo y
guardarlo como un gran tesoro. El amor que no das se pudre. No permitas que
nadie te quite el amor de tu pareja, eres mucho más que una mujer enamorada:
eres la mujer ideal para esa relación, te lo mereces.
Mas no permitas que la vanidad te reste humildad, cuando
encuentres el amor, atrápalo en tus manos y en tu corazón; no lo pierdas, lucha
por aquel sueño, y si al despertar sientes que estás luchando contra la
corriente, di: “Sólo está en ti mente. Yo puedo tener lo que quiero, lejos o
cerca”. No importa la distancia o impedimentos que te estén separando de tu
amor, lucha con todas tus fuerzas porque esas mismas fuerzas que inviertes,
serán las que también le darás a él para seguir adelante luchando por ti.
Confía en ti y en tus cualidades.
El camino hacia la felicidad nunca ha sido fácil, siempre
nos encontramos con piedras que nos hacen tropezar y muchas veces por cobardes
dejamos ir y no tardamos mucho en preguntarnos “¿Y si mi amor estaba en esa
persona?”. La cuestión es que si quieres ese amor, debes luchar, no importa
cuantas trampas te pongan, tú sabrás sortearlas. Nadie ha dicho que tener y
conservar el amor de una persona sea tarea fácil: al contrario, es algo que se
gana pulso a pulso.
Si vale la pena, ¿qué haces ahí llorando?
Tú ya no estás en esas etapas de la vida, eso es para los
quinceañeros. ¡Mírate! Ahora eres una persona madura, elegante y sobretodo, tu
rostro muestra la serenidad que sólo te da la paz interior que tienes.
No busques afuera lo que llevas dentro de ti.
Muchos te ofrecerán quimeras, sueños por un día o unos
meses, NO. Eso sí que no…
Tú mereces algo que sea para siempre, algo que sabes por
lo que trabajarás y lucharás para que en un futuro tus ojos y los suyos se
miren en solo horizonte y juntos sean un solo sueño, una realidad.
No te mereces menos. —Y que nadie te diga lo contrario.
A estas alturas de la vida ya nadie te dirá lo qué debes
o no debes hacer, eso ya lo sabes tú.
Un día llegará una persona que tome tu mano y te diga
“caminemos juntos” y te verás en sus ojos…
Ese es tu amor, tu corazón te lo dirá.
Y finalmente podrás decir:
Ha merecido la pena, me siento especial, me amo tal cual
soy…
El amor llegó a mí porque me supe valorar.
Autor: Shoshan.