https://eljardindelassreflexiones.blogspot.com/2020/05/prueba.html EL JARDIN DE LAS REFLEXIONES

jueves, 5 de junio de 2014

EL REY Y EL SABIO


Cuentan que había una vez un señor que padecía lo peor que le puede pasar a un ser humano:
su hijo había muerto. Desde la muerte y durante años no podía dormir. Lloraba y lloraba hasta que amanecía.
Un día, aparece un ángel mientras dormía y le dice:
- Basta ya.

- Es que no puedo soportar la idea de no verlo nunca más.
El ángel le dice:
- ¿Lo quieres ver?.

El hombre lógicamente responde afirmativamente.
Entonces lo agarra de la mano y lo sube al cielo.
Ahora lo vas a ver, quédate acá.

Por una acera enorme empiezan a pasar un montón de chicos, vestidos como angelitos,
con alitas blancas y una vela encendida entre las manos, como uno se imagina el cielo con los angelitos.

El hombre dice:
- ¿Quiénes son?

Y el ángel le responde:
- Éstos son los chicos que han muerto en estos años y todos los días hacen este paseo
con nosotros, porque son puros...

- ¿Mi hijo está entre ellos?
- Sí, ahora lo vas a ver.
Y pasan cientos y cientos de niños.
- Ahí viene... avisa el ángel.
Y el hombre lo ve. ¡Radiante!, como lo recordaba.
Pero hay algo que lo conmueve: entre todos es el único chico que tiene la vela apagada,
y él siente una enorme pena y una terrible congoja por su hijo. En ese momento el chico lo ve,
viene corriendo y se abraza a él.

Él lo abraza con fuerza y le dice:
- Hijo, ¿por qué tu vela no tiene luz? ¿no encienden tu vela como a los demás?.
- Sí, claro papá, cada mañana encienden mi vela igual que la de todos, pero... ¿sabes qué pasa?,
cada noche tus lágrimas apagan la mía.--

TU ORGULLO

 
Hubo una vez dos mejores amigos. Ellos eran inseparables, eran una sola alma. Por alguna razón sus caminos tomaron dos rumbos distintos y se separaron. Yo nunca volví a saber de mi amigo hasta el día de ayer, después de 10 años, que caminando por la calle me encontré a su madre. La saludé y le pregunté por mi amigo. En ese momento sus ojos se llenaron de lágrimas y me miró a los ojos diciendo: murió ayer.... No supe qué decir, ella me seguía mirando y pregunté cómo había muerto.
Ella me invitó a su casa, al llegar allí me ofreció sentarme en la sala vieja donde pasé gran parte de mi vida, siempre jugábamos ahí mi amigo y yo. Me senté y ella comenzó a contarme la triste historia. Hace 2 años le diagnosticaron una rara enfermedad, y su cura era recibir cada mes una transfusión de sangre durante 3 meses, pero ¿recuerdas que su sangre era muy rara?, sí, lo sé, igual que la tuya.... Estuvimos buscando donadores y al fin encontramos a un señor vagabundo.
Tu amigo, como te acordarás, era muy testarudo, no quiso recibir la sangre del vagabundo. Él decía que de la única persona que recibiría sangre sería de ti, pero no quiso que te buscáramos, él decía todas las noches: no lo busquen, estoy seguro que mañana si vendrá.... Así pasaron los meses, y todas las noches se sentaba en esa misma silla donde estás tú sentado y rezaba para que te acordaras de él y vinieras a la mañana siguiente. Así acabó su vida y en la última noche de su vida, estaba muy mal, y sonriendo me dijo: madre mía, yo sé que pronto mi amigo vendrá, pregúntale por qué tardó tanto y dale esa nota que está en mi cajón. La señora se levantó, regresó y me entregó la nota que decía:
Amigo mío, sabía que vendrías, tardaste un poco pero no importa, loimportante es que viniste. Ahora te estoy esperando en otro sitio espero que tardes en llegar, pero mientras tanto quiero decirte que todas las noches rezaré por ti y desde el cielo te estaré cuidando mi querido mejor amigo. ¡Ah, por cierto, ¿te acuerdas por qué nos distanciamos? sí, fue porque no te quise prestar mi pelota nueva, jaja, qué tiempos.... éramos insoportables, bueno pues quiero decirte que te la regalo y espero que te guste mucho. Te quiere mucho: tu amigo por siempre.
"No dejes que tu orgullo pueda más que tú corazón... La amistad es como el mar, se ve el principio pero no el final"

DEPENDE DE TI



Unos obreros estaban picando piedras frente a un enorme edificio en
construcción. Se acercó un visitante a uno de los obreros y le preguntó:
-¿Qué están haciendo ustedes aquí?
El obrero lo miró con dureza y le respondió:
-¿Acaso usted está ciego para no ver lo que hacemos? Aquí, picando piedras
como esclavos por un sueldo miserable y sin el menor reconocimiento. Vea usted ese mismo cartel. Allá ponen los nombres de Ingenieros, Arquitectos, pero no ponen los nuestros que somos los que trabajamos duro y dejamos en la obra el pellejo.
El visitante se acercó entonces a otro obrero y le preguntó lo mismo.
-Aquí, como usted bien puede ver, picando piedras para levantar este enorme edificio. El trabajo es duro y está mal pagado, pero los tiempos son difíciles, no hay mucho trabajo y algo hay que hacer para llevar la comida a los hijos. Se acercó el visitante a un tercer obrero y una vez más le preguntó lo que estaba haciendo. El hombre le contestó con gran entusiasmo:
-Estamos levantando un Hospital, el más hermoso del mundo. Las generaciones futuras lo admirarán impresionados y escucharán el entrar y salir constante de las ambulancias, anunciando el auxilio de Dios para los hombres. Yo no lo veré terminado, pero quiero ser parte de esta extraordinaria aventura.
El mismo trabajo, el mismo sueldo, la misma falta de reconocimiento; una misma realidad. Tres maneras distintas de vivirla: como esclavitud; como resignación; como pasión, aventura y desafío. Piensa que el mundo es un infierno y lo será. Piensa que este mundo es parte del Paraíso y lo será. Vivir con ilusión, convertir el trabajo en una fiesta, sentirnos parte de las buenas obras...
¡De ti depende!

TRES LEONES

 
En una selva de África vivían 3 leones. Un día el mono, el representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión:
"Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero hay una gran duda en nuestro territorio: existen 3 leones y los 3 son muy fuertes. ¿A cuál de ellos debemos rendir obediencia?, ¿Cuál de ellos deberá ser nuestro rey?".
Los leones supieron de la reunión y comentaron entre si:
"Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener 3 reyes. Luchar entre nosotros no queremos ya que somos muy amigos. Necesitamos saber cuál será el elegido, pero... ¿Cómo descubrirlo?".
Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar llegaron a una decisión y se la comunicaron a los 3 leones:
"Encontramos una solución muy simple para el problema, y decidimos que ustedes 3 van a escalar la "Montaña Difícil". El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro rey".
La "Montaña Difícil" era la más alta y complicada de escalar de toda la selva. El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para asistir al gran evento.
El primer león intentó escalar y no pudo llegar.
El segundo empezó con todas las ganas, pero, también fue derrotado.
El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado.
Los animales estaban impacientes y curiosos; si los 3 leones fueron derrotados, ¿Cómo elegirían un rey?. En ese momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra: "¡Yo sé quién debe ser el rey!".
Todos los animales hicieron silencio y la miraron con gran expectativa... "¿Cómo?", preguntaron todos.
"Es simple..." dijo el águila. "Yo estaba volando bien cerca de ellos y cuando volvían derrotados de su escalada por la Montaña Difícil escuché lo que cada uno dijo a la Montaña.
El primer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!.
El segundo león dijo: - ¡Montaña, me has vencido!. El tercer león dijo: - ¡Montaña, me has vencido... por ahora!. Pero ya llegaste a tu tamaño final y yo todavía estoy creciendo.
La diferencia, completó el águila, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió y quien piensa así, su persona es más grande que su problema... él es el rey de sí mismo, está preparado para ser rey de los demás".
Los animales aplaudieron entusiasmadamente al tercer león que fue coronado... ¡el rey de los animales!.
No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades o problemas que tengas. Tus problemas, por lo menos en la mayor parte de las veces, ya llegaron al nivel máximo... ¡pero tú no!. Tú todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos.
Todavía no llegaste al límite de tu potencial y de tu excelencia. La Montaña de las Dificultades tiene un tamaño fijo y limitado...¡TÚ TODAVÍA ESTÁS CRECIENDO!.
Y acuérdate de algo muy importante:
"NO DIGAS A DIOS QUE TIENES UN GRAN PROBLEMA, MEJOR DILE AL PROBLEMA QUE TIENES UN GRAN DIOS".

LA CRUZ PESADA

 
Un joven, ya no daba más con sus problemas. Cayó de rodillas, rezando, "Señor, no puedo seguir. Mi cruz es demasiado pesada".
El señor, como siempre, acudió y le contestó, "Hijo mío, si no puedes llevar el peso de tu cruz, guárdala dentro de esa habitación. Después, abre esa otra puerta y escoge la cruz que tú quieras".
El joven suspiró aliviado. "Gracias, Señor" dijo, e hizo lo que le había dicho. Al entrar, vio muchas cruces, algunas tan grandes que no les podía ver la parte de arriba. Después, vio una pequeña cruz apoyada en un extremo de la pared.
"Señor", susurró, "quisiera esa que está allá". Y el Señor contestó, "Hijo mío, esa es la cruz que acabas de dejar".
Cuando los problemas de la vida nos parecen abrumadores, siempre es útil mirar a nuestro alrededor y ver las cosas con las que se enfrentan los demás. Verás que debes considerarte más afortunado de lo que te imaginas.
TU CRUZ, cualquiera que sea tu cruz, cualquiera que sea tu dolor, siempre brillará el sol después de la lluvia.

miércoles, 4 de junio de 2014

EL EMAIL DE DIOS


Viendo Dios todo el mal que había en la tierra, mandó a un ángel para averiguar qué hacer.
Cuando el ángel regresó, le dijo a Dios que el 95% de la gente se portaba mal y sólo el 5 % se portaba bien; y añadió que cada día más personas usaban Internet. Así que Dios decidió enviarles un E-mail a través de: PapaDios@Paraíso.Org a la gente buena:
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"Mi Hijo o Hija Amado/a": "¡Te amo!
Gracias por dejarme amarte. Sigue portándote bien. Y ayúdame a que también otros me dejen amarlos, para que se arrepientan de su mala conducta y se salven."
"Cree solamente y podrás ver cosas grandes y extraordinarias,... sólo si crees... y ayudas a otros también a creer." "Mi trabajo no es fácil...nunca lo ha sido desde la creación del mundo.
Pero en estos momentos me duelen las telas de mi corazón...... mi corazón ruge dentro de mí porque mi pueblo, los mismos que yo creé con mis propias manos, me han dado la espalda." "Pero como fuente de fe, soy manantial de vida, manantial de amor para aquellos que entienden que tengo su vida en mis manos, mas no sólo su vida material, sino su vida espiritual... su salvación... su felicidad eterna.
Ayúdame a propagar este mensaje...a decirles a todos que yo vivo y vosotros también viviréis... pero sólo si creen, si se amistan conmigo, y como te he prometido, serás salvo tú y tu casa. Yo no estoy lejano, estoy más cerca de lo que tú imaginas."
"No soy un dios de piedra, soy un Dios que tengo ojos para ver, oidos para oir, boca para hablar, manos para palpar y pies para caminar entre mi pueblo, entre los que me buscan, entre los que me creen, entre los que invocan mi verdadero nombre, porque como he dicho:
No todo el que dice "Señor, Señor" entrará al Reino de los cielos. Como he dicho, "Yo soy amor, pero también fuego consumidor", aunque prefiero ser lo primero. "Recuerda, no estoy lejos, sólo invoca mi nombre, porque, como también te he prometido: "antes de que tu oido derecho escuche tu oración, ya Yo la he oido." Así es que recuerda que te amo... sólo haz que otros entiendan lo mismo.
Tus gestiones las he de agradecer y gratificar como sólo YO sé hacerlo."
"No te tomo más tiempo, era sólo que necesitaba que recordaras esto."
Te ama,
Papá Dios.

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" ¿Qué vas a hacer ahora con este mensaje?" Hay momentos en que las tribulaciones se presentan y no podemos evitarlas... Estan allí por algún motivo, pero solo lo comprendemos cuando las hemos superado.

CUANTO PESA TU ORACION

 
Una mujer pobremente vestida, con un rostro que reflejaba derrota, entró a una tienda. La mujer se acercó al dueño de la tienda y, en la manera más humilde, le preguntó si podía llevarse algunas cosas a crédito (lo que los puertorriqueños conocemos como fiao).
Con voz suave le explicó que su esposo estaba muy enfermo y que no podía trabajar; tenían siete niños y necesitaban comida. El dueño le gritó y le pidió que abandonara su tienda.
Viendo la necesidad que estaba pasando su familia la mujer continuó: "¡Por favor señor! Se lo pagaré tan pronto como pueda". El dueño le dijo que no podía darle crédito ya que no tenía una cuenta de crédito en su tienda.
De pie cerca del mostrador se encontraba un cliente que escuchó la conversación entre el dueño de la tienda y la mujer. El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que él se haría cargo de lo que la mujer necesitara para su familia.
El dueño, de una manera muy tosca, preguntó a la mujer: "Tiene usted una lista de compra?". La mujer dijo: "Sí señor".
"Está bien," dijo el dueño, "ponga su lista en la balanza y lo que pese su lista, le daré yo en comestibles". La mujer titubeó por un momento y cabizbaja, buscó en su cartera un pedazo de papel y escribió algo en él. Puso el pedazo de papel, cabizbaja aún, en la balanza.
Los ojos del dueño y el cliente se llenaron de asombro cuando la balanza se fue hasta lo mas bajó y se quedó así. El dueño entonces, sin dejar de mirar la balanza y de mala gana, dijo: "¡No lo puedo creer!".
El cliente sonrió y el dueño comenzó a poner comestibles al otro lado de la balanza. La balanza no se movió por lo que continuó poniendo más y más comestibles hasta que no aguantó más.
El dueño se quedó allí parado con gran disgusto. Finalmente, agarró el pedazo de papel y lo miró con mucho más asombro.... No era una lista de compra, era una oración que decía:
"Querido Señor, tú conoces mis necesidades y yo voy a dejar esto en tus manos".
El dueño de la tienda le dio los comestibles que había reunido y quedó allí en silencio. La mujer le agradeció y abandonó su tienda. El cliente le entregó un billete de cincuenta dólares al dueño y le dijo:
"Valió cada centavo de este billete".
Sólo Dios sabe cuánto pesa una Oración.