https://eljardindelassreflexiones.blogspot.com/2020/05/prueba.html EL JARDIN DE LAS REFLEXIONES

martes, 22 de julio de 2014

ABC DEL AMOR

A, de aprecio. Apreciar al ser que se ama es darle su valor, es considerarlo digno de afecto y de reconocimiento.

B, de búsqueda. El amor es una continua búsqueda del bien para el ser amado. Para ello es preciso conocerlo, descubrir su riqueza interior, encontrar los medios para su crecimiento y desarrollo hacia la plenitud de su ser.

C, de coherencia. Decir lo que se piensa y vivir lo que se dice, eso es la coherencia. Vivir y tratar de vivir siempre lo que se promete es ser coherente.

D, de diálogo. El amor es comunicación. Es el encuentro íntimo de dos personas, el diálogo constante de dos mentes, dos voluntades, dos corazones... dos cuerpos.

E, de esperanza y entrega. Así como el amor produce esperanza, confianza en el otro y en el futuro de los dos, la falta de éste causa apatía, desinterés, desconfianza y desaliento. El amor es entrega porque es ponerse en manos del otro, regalándose y dedicándose a él.

F, de fiel y fecundo. Ser fiel es ser leal con el otro. Además el amor es fecundo porque produce y se reproduce, mientras que el egoísmo destruye y acaba con la dignidad del otro.

G, de generoso. La generosidad implica nobleza y sinceridad, implica darse sin medida, sin conveniencias.

H, de humilde y honesto. El amor no es egoísta ni soberbio sino humilde servicio a la persona amada, reconociendo en ella un don digno de ser cuidado con lo mejor de uno mismo.

I, de invitación. El amor es una invitación a crecer en todos los aspectos, es invitar al otro a ser mejor, es ofrecer un camino de realización personal.

J, de joven. No consiste tanto en la edad corporal, cuanto en un estado de vitalidad y renovación interior, aunque esta palabra se use más por determinar una época de la vida que para otra cosa. Por eso el amor es joven por ser y tener que ser siempre nuevo.

L, de luz. Luz en el amor significa saber iluminar y guiar la vida de la persona amada.

LL, de llamado. En el amor existe un llamado constante a la persona amada para que sea luz, y a la vez es una llamada personal a ser luz para nuestra pareja.

M, de movimiento y meta. El amor es dinámico, es actividad continua en bien del otro, es esfuerzo efectivo para edificar su personalidad, implica variedad en sus manifestaciones y evita la rutina en el transcurso del tiempo. Meta, además, porque el amor en sí es un gran objetivo por alcanzar.

N, de núcleo. El amor es el núcleo de la vida misma. Hay un dicho que dice así: 'el que no ama, no vive', porque el ser humano está llamado a amar y amando es como construye la vida, crece en su personalidad y a la vez ayuda a crecer al otro.

O, de optimista. El amor no puede dejar de ser optimista, aunque no deje de ser realista. El optimismo implica la esperanza y la ilusión de un futuro mejor para sí y para la persona amada.

P, de perseverancia. Es tener firmeza y constancia en mantener lo prometido. De nada sirve emprender un camino si no se llega al término del mismo.

Q, de Querer. Amar es querer con la fuerza de voluntad más que con los sentimientos. Es la expresión más auténtica de la decisión libre y personal de buscar el bien del otro.

S, de sacrificio y de silencio. El amor exige el sacrificio entendido como ofrenda, como don, y esto implica callar el propio egoísmo, sin dejar de exigir lo que en justicia corresponde.

T, de trabajo. El amor no puede dejar de ser trabajo, acción continua, esfuerzo constante por lograr su culminación en cada instante, no sólo al final de la vida.

U, de único y universal. El amor es único porque no es repetible, y al mismo tiempo es universal porque es común a todos y dirigido hacia todos.
 
V, de valiente. Para amar se necesita mucho valor, se necesita 'garra' y valentía frente a una mentalidad adversa, que ha desvirtuado el sentido del amor y lo ha convertido en una expresión más del egoísmo.


Z, de zumo. El amor es el jugo de la vida, es lo que da sabor a la lucha y al esfuerzo diario, es el alimento de la propia historia.

ERES IMPORTANTE PARA MI


Una profesora universitaria inició un nuevo proyecto entre sus alumnos. A
cada uno les dio cuatro moños de color azul, todos con la leyenda “ERES
IMPORTANTE PARA MI”, y les pidió que se pusieran uno. Cuando todos lo
hicieron, les dijo que eso era lo que ella pensaba de ellos. Luego les
explicó de que se trataba el experimento: Tenían que darle un moño a alguna
persona que fuera importante para ellos, explicándoles el motivo y dándole
los otros moños para que ellos hicieran lo mismo.

El resultado esperado era ver cuanto podía influir en las personas ese
pequeño detalle. Todos salieron de esa clase charlando a quien darían sus
listones. Algunos mencionaban a sus padres, a sus hermanos o a sus novios.
Pero entre
aquellos estudiantes, había uno que estaba lejos de casa. Este muchacho
había conseguido una beca para esa universidad y al estar lejos de su hogar,
no podía darle ese moño a sus padres o sus hermanos. Pasó toda la noche
pensando a quien daría ese listón. Al otro día muy temprano tuvo la
respuesta. Tenia un amigo, un joven ejecutivo que lo había orientado para
elegir su carrera y muchas veces lo asesoraba cuando las cosas no iban tan
bien como él esperaba. ¡Esa era la solución!.
 
Saliendo de clases se dirigió al edificio donde su amigo trabajaba. En la
recepción pidió verlo. A su amigo le extrañó, ya que el muchacho lo iba a
ver después de que él salía de trabajar, por lo que pensó que algo malo
estaba sucediendo.Cuando lo vio en la entrada, sintió alivio de que todo
estuviera bien, pero a la vez le extrañaba el motivo de su visita. El
estudiante le explicó el
propósito de su visita y le entregó tres moños, le pidió que le pusiera uno
y le dijo que “al estar lejos de casa, él era el más indicado para portarlo.
“El joven ejecutivo se sintió halagado, no recibía ese tipo de
reconocimientos muy a menudo y prometió a su amigo que seguiría con el
experimento y le informaría de los resultados. El joven ejecutivo regresó a
sus labores y casi a la hora de la salida, se le ocurrió una arriesgada
idea: Le quería entregar los dos moños restantes a su jefe.

El jefe era una persona huraña y siempre muy atareada, por lo que tuvo que
esperar que estuviera desocupado”. Cuando consiguió verlo, su jefe estaba
inmerso en la lectura de los nuevos proyectos de su departamento, la Oficina
estaba repleta de informes y papeles. El jefe solo gruñó “¿qué desea? “El
joven ejecutivo le explicó tímidamente el propósito de su visita y le mostró
los dos moños. El jefe, asombrado, le preguntó: “¿Por qué cree usted que soy
el mas indicado para tener ese moño?”. El joven ejecutivo le respondió que
él lo admiraba por su capacidad y entusiasmo en los negocios, además que de
él había aprendido bastante y estaba orgulloso de estar bajo su mando. El
jefe titubeó, pero recibió con agrado los dos moños, no muy a menudo se
escuchan esas palabras con sinceridad estando en el puesto en el que el se
encontraba. El joven ejecutivo se
despidió cortésmente del jefe y, como ya era la hora de salida, se fue a su
casa. El jefe, acostumbrado a estar en la oficina hasta altas horas, esta
vez se fue temprano a su casa. En la solapa llevaba uno de los moños y el
otro lo guardó en el bolsillo de su camisa. Se fue reflexionando. mientras
manejaba rumbo a su casa. Su esposa se extrañó de verlo entrar temprano y
pensó que algo le había pasado. Cuando le preguntó si pasaba algo, él
respondió que no pasaba nada, que ese día quería estar con su familia. La
esposa se extrañó, ya que su esposo acostumbraba llegar de mal humor. El
jefe preguntó “¿Dónde está nuestro hijo?” La esposa solo lo llamó, ya que
estaba en el piso superior de la casa. El hijo bajó y el padre solo le dijo
“acompáñame”, ante la mirada extrañada de la esposa y del hijo, ambos
salieron de la casa. El jefe era un hombre que no acostumbraba gastar su
“valioso tiempo” en su familia muy a menudo.

Tanto el padre como el hijo se sentaron en el porche de la casa. El padre
miró a su hijo, quien a su vez lo miraba extrañado. Le empezó a decir que
sabia que no era un buen padre, que muchas veces, le perdió de aquellos
momentos que sabia eran importantes. Le mencionó que había decidido cambiar,
que quería pasar mas tiempo con ellos, ya que su madre y él eran lo más
importante que tenia. Le mencionó lo de los moños y su joven ejecutivo. Le
dijo que lo había pensado mucho, pero quería darle el último moño a él, ya
que era lo más importante, lo más sagrado, para él. Que el día que nació,
fue el más feliz de su vida y que estaba orgulloso de él. Todo esto
mientras le prendía el moño que decía “Eres importante para mi”. El hijo,
con lágrimas en los ojos le dijo: “Papá, no se que decir, mañana pensaba
suicidarme, pensé que no te importaba. Te
quiero papá, perdóname…” Ambos lloraron y se abrazaron, el experimento de
la profesora dio resultado. Había logrado cambiar no una, sino varias vidas,
con solo expresar lo que sentía… Ese es el poder de uno…

Expresar lo que sientes y darle valor a los detalles de la gente que te
ama. Por eso tú para mí… ” Eres muy Importante”.

Manda esta frase a todas las personas a las que jamás olvidarás, y recuerda
mandarlo también a quien te lo mandó, solo para demostrarle que jamás los
olvidarás. Si no lo regresas, no pasa nada malo, solo te privaras de mostrar
que eres un verdadero amigo. Entonces, ¿que estás esperando? mándalo a todas
esas personas que son tan importantes en tu vida y que estás seguro que

jamás olvidarás porque ten por seguro que ¡yo jamás me olvidaré de tí !         

VALE LA PENA


Vale la pena... cada espina, cada rosa... cada lágrima que riega lo que florecerá en sonrisa... porque la Vida es maravillosa por ella misma... no importan las penas no importa el desamor... porque pasa... todo pasa y el sol vuelve a brillar...

Hay momentos que sentimos que todo esta mal, que nuestras vidas se hunden en un abismo tan profundo, que no se alcanza a ver ni un pequeño resquicio por el que pase la luz.

En esos momentos debemos tomar todo nuestro amor, nuestro coraje, nuestros sentimientos, nuestra fuerza y luchar por salir adelante.

Muchas veces nos hemos preguntado si vale la pena entusiasmarnos de nuevo, y solo puedo contestar una cosa: Hagamos que nuestra vida valga la pena.

Vale la pena sufrir, porque he aprendido a amar con todo el corazón.
 
Vale la pena entregar todo, porque cada sonrisa y lagrima son sinceras.

Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos, porque al levantarlas seré mas fuerte de corazón.

Vale la pena una lagrima, porque es el filtro de mis sentimientos, a través de ella me reconozco frágil y me muestro tal cual soy.

Vale la pena cometer errores, porque me da mayor experiencia y objetividad.

Vale la pena volver a levantar la cabeza, porque una sola mirada puede llenar ese espacio vacío.

Vale la pena volver a sonreír, porque eso demuestra que he aprendido algo más.

Vale la pena acordarme de todas las cosas malas que me han pasado, porque ellas forjaron lo que soy el día de hoy.
 
Vale la pena voltear hacia atrás, porque así se que he dejado huella en los demás.

Vale la pena vivir, porque cada minuto que pasa es una oportunidad de volver a empezar.

Todo esto son solo palabras, letras entrelazadas con el único fin de dar una idea. Lo demás, depende de cada uno de nosotros.

Dejemos que nuestras acciones hablen por nosotros.

Hagamos que nuestra vida valga la pena.

Seamos Felices...


¿Verdad que vale la pena?



AMOR ES FELICIDAD


Si quieres felicidad, dale felicidad a otros; si quieres amor, aprende a amar a los demás; si quieres atención y aprecio, aprende a dar atención y aprecio; si quieres abundancia material, ayuda a otros a tener abundancia.

De hecho, la manera más fácil de obtener lo que quieres es ayudando a otros a obtener lo que quieren. Este principio opera para individuo, corporaciones, sociedades y naciones. Si quieres ser bendecido con todas las cosas buenas en la vida, aprende a bendecir silenciosamente a todos con las cosas buenas en la vida.

Hasta pensar en dar, pensar en bendecir, o una simple oración tiene el poder de influir a los demás. El pensamiento tiene el poder de transformación. Cuando aprendes a dar aquello que buscas, activas y montas la coreografía de la danza con movimientos exquisitos, energéticos y vitales que constituyen el eterno palpitar de la vida.

La mejor manera de poner en operación la Ley del Dar y poner todo el proceso en circulación es tomar la decisión de que en cualquier momento que entres en contacto con otra persona le darás algo. No tiene que ser algo material; puede ser una flor, un cumplido o una oración, de hecho, las formas más poderosas de dar no son materiales. Los regalos de cuidados, atención, afecto, aprecio y amor son algunos de los regalos más preciosos que puedes dar, y no cuestan nada.

Cuando conoces a alguien, puedes silenciosamente enviarle una bendición, deseándole felicidad, alegría y dicha. Esta manera de dar silenciosamente es muy poderosa. Podrías decir “¿Cómo puedo darles a otros en este momento cuando no tengo suficiente para mi”? Puedes llevar una flor. Puedes llevar una tarjeta que diga algo sobre los sentimientos que tienes por esa persona a la que estás visitando. Puedes llevarle un cumplido. Puedes llevarle una oración.

Toma la decisión de dar a dondequiera que vayas, a quien sea que visites o veas. Siempre y cuando estés dando, estarás recibiendo. Entre más das, adquirirás más confianza en los efectos milagrosos de esta ley. Al recibir más, tu habilidad de dar más también aumentará.

LAS VIRTUDES PARA SER FELIZ


SERENIDAD
Sé tranquilo en tu interior. Deja que esa paz y esa alegría interior irradien a través de un semblante sereno. Un semblante sereno es pacífico, sonriente y serio y no muestra ninguna emoción violenta. Es como la superficie de un lago en calma.

REGULARIDAD

Sé regular en tus hábitos diarios, en tus prácticas espirituales y en tu trabajo. Levántate siempre a la misma hora. Sé puntual en tus actividades. Eso te liberará de preocupaciones y ansiedades. Harás siempre lo correcto en su justo momento.

SINCERIDAD

Deja que tus palabras coincidan con tus pensamientos. Deja que tus acciones coincidan con tus palabras. Deja que haya armonía entre tus pensamientos, palabras y acciones.

SIMPLICIDAD

Sé natural. Habla con sencillez. No retuerzas las palabras, no los tópicos. Sé llano. Evita la diplomacia, el disimulo y la sinuosidad.

VERACIDAD

Sé veraz. Cumple tus promesas. No exageres ni retuerzas los hechos. Piensa dos veces antes de hablar. Habla dulcemente. Sé preciso en lo que dices.

HUMILDAD

No alardees de tu nacimiento, posición, cualidades o logros espirituales. Recuerda la naturaleza evanescente de todas las cosas. Elogia a otros. Ve a Dios en todos. Trata incluso a la más pequeña de las creaturas como a tu igual.
 
SERENIDAD

La irritabilidad es precursora de violentas explosiones de cólera. Vigila las alteraciones del equilibrio mental. Observa las pequeñas olas de cólera que rizan el lago de tu mente. No permitas que adquieran grandes proporciones. Entonces alcanzarás un estado de no irritabilidad, de paz y amor.

ECUANIMIDAD

Ten calma. Soporta pacientemente el insulto, la injuria, el sufrimiento, el fracaso y la falta de respeto. No te engrías con la alabanza, el éxito y los honores. En ambas situaciones mantén una actitud equilibrada. Obra igual con los amigos y con los enemigos. No dejes nunca que nada disturbe tu paz interior.

FIJEZA

Recuerda que una mente inconstante no tiene posibilidades de alcanzar nada. Despierta tu discriminación. Elige tu ideal. Tenlo siempre presente. No dejes que tu mente se aparte de él ni un sólo momento.

LA OTRA

La otra

 
Mi esposa me recomendó salir con otra mujer. Después de varios años de matrimonio descubrí una nueva manera de mantener viva la chispa del amor. Desde hace poco había comenzado a salir con la otra mujer, en realidad había sido idea de mi esposa.
- Tu sabes que la amas -me dijo un día, tomándome por sorpresa – La vida es muy corta, dedícale tiempo.

- Pero yo te amo a ti – protesté.

- Lo sé. Pero también la amas a ella.

La otra mujer a quien mi esposa quería que yo visitara, era mi madre, viuda desde hace unos años, pero las exigencias de mi trabajo y mis hijos hacían que sólo la visitara ocasionalmente…

Esa noche la llamé para invitarla a cenar y al cine.

- ¿Qué te ocurre? ¿Estás bien? me preguntó.

Mi madre es el tipo de mujer que una llamada tarde, en la noche o una invitación sorpresiva es indicio de malas noticias.

- Creí que sería agradable pasar algún tiempo contigo, le respondí. Los dos solitos!. ¿Que opinas?
Reflexionó sobre ello un momento.
- Me gustaría muchísimo, dijo…

Ese viernes mientras conducía para recogerla después de mi trabajo me encontraba nervioso, era el nerviosismo que antecede una cita… y ¿Por Dios, cuando llegué a su casa, vi que ella también estaba muy emocionada!…

Me esperaba en la puerta con su viejo abrigo puesto, se había rizado el pelo y usaba el vestido con el que celebró su último aniversario de bodas, su rostro sonreía, irradiaba luz como un ángel.
- Les dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo y se mostraron muy emocionadas- me comentó mientras subía a mi auto- No podrán esperar a mañana para escuchar acerca de nuestra velada…

Fuimos a un restaurante no muy elegante, pero si muy acogedor, mi madre se aferró a mi brazo como si fuera “La Primera Dama de la Nación”…

Cuando nos sentamos tuve que leerle el menú. Sus ojos sólo veían grandes figuras. Cuando iba por la mitad de las entradas, levanté la vista; mi mamá está sentada al otro lado de la mesa y sólo me miraba. Una sonrisa nostálgica se le delineaba en los labios…

- Era yo quien te leía el menú cuando eras pequeño ¿Recuerdas?

- Entonces es hora de que te relajes y me permitas devolver el favor -respondí.

Durante la cena tuvimos una agradable conversación, nada extraordinario, sólo ponernos al día uno con la vida del otro. Hablamos tanto que nos perdimos el cine…

- Saldré contigo otra vez, pero sólo si me dejas invitar, dijo mi madre cuando la llevé a su casa, asentí, la besé, la abracé.
 
- ¿Cómo estuvo la cita? – quiso saber mi esposa cuando llegué aquella noche.

- Muy agradable, gracias, Mucho más de lo que imagine, le contesté.

Días mas tarde mi madre murió de un infarto masivo, todo fue tan rápido, no pude hacer nada. Al poco tiempo recibí un sobre del restaurante donde habíamos cenado mi madre y yo y una nota que decía: “La cena está pagada por anticipado, estaba casi segura que no podría estar allí, pero igual pagué para dos, para ti y tu esposa, jamás podrás entender lo que aquella noche significó para mi. ¡Te amo!.”

En ese momento comprendí la importancia de decir a tiempo “TE AMO” y de darles a nuestros seres queridos el espacio que se merecen; nada en la vida será más importante que Dios y tu familia, dales tiempo porque ellos no pueden esperar…


Si vive tu madre, disfrútala… Si no… Recuérdala… Recuerda siempre: Dios perdona, pero el tiempo nunca.

IMAGINA


Imagina

que un Ángel de Dios está a tu lado en estos momentos…
Silencio…
quédate tranquilo y piensa en todos los problemas que te gustaría solucionar.
En todo lo que te angustia, te hace llorar, te oprime, te preocupa, te deja triste.
Piensa hasta en tu miedo futuro de equivocarte, de escoger el camino errado…
Piensa ahora en todo eso…
Abre tu corazón e imagínate entregando todo eso a Dios.
Coloca tus manos en posición de entrega.
Imagínate entregándolo ahora, como quien entrega un saco bien pesado a otra persona para que lo lleve.
Ahora, piensa en todo lo bueno que haya acontecido en tu vida o imagina lo bueno que quieres que suceda.
Momentos de felicidad, de amistad, de cariño, de paz, de amor.
Coloca todo en tus manos, imaginariamente, y haz el gesto de guardarlo en tu corazón, como se guarda una joya en una cajita.
Coloca aquel tesoro guardado muy dentro de ti, y di “Gracias” con mucha fe, de corazón…
Agradece…
por todo lo bueno que quedó y por todo lo malo que salió.
Cuenta hasta tres y respira bien profundo.
Ahora…

imagina que el Ángel voló y se llevó tus oraciones hasta Dios.