Bienvenidos a este bello espacio donde encontras muchas reflexiones, flores, rosas, arreglos florales y mucha paz
viernes, 17 de octubre de 2014
miércoles, 15 de octubre de 2014
ARREGLOS FLORALES
Esta contratado
Un joven fue a solicitar un puesto importante en una
empresa grande. Pasó la entrevista inicial e iba a conocer al director para la
entrevista final. El director vio su CV, era excelente. Y le preguntó: "
-¿Recibió alguna beca en la escuela?" el joven
respondió "no".
-"¿Fue tu padre quien pagó tus estudios? "
-" Si."-respondió.
-"¿Dónde trabaja tu padre? "
-"Mi padre hace trabajos de herreria."
El director pidió al joven que le mostrara sus manos .
El joven mostró un par de manos suaves y perfectas.
-"¿Alguna vez has ayudado a tu padre en su trabajo?
"
-"Nunca, mis padres siempre quisieron que estudiara
y leyera más libros. Además, él puede hacer esas tareas mejor que yo.
El director dijo:
-"Tengo una petición: cuando vayas a casa hoy, ve y
lava las manos de tu padre, y luego ven a verme mañana por la mañana."
El joven sintió que su oportunidad de conseguir el
trabajo era alta.
Cuando regresó a su casa le pidió a su padre que le
permitiera lavar sus manos.
Su padre se sintió extraño, feliz pero con sentimientos
encontrados y mostró sus manos a su hijo. El joven lavó las manos poco a poco.
Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su padre estaban
arrugadas y tenían tantas cicatrices. Algunos hematomas eran tan dolorosos que
su piel se estremeció cuando él la tocó.
Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de lo
que significaban este par de manos que trabajaban todos los días para poder
pagar su estudio. Los moretones en las manos eran el precio que tuvo que pagar
por su educación, sus actividades de la escuela y su futuro.
Después de limpiar las manos de su padre, el joven se
puso en silencio a ordenar y limpiar el taller. Esa noche, padre e hijo
hablaron durante un largo tiempo.
A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del
director.
El director se dio cuenta de las lágrimas en los ojos del
joven cuando le preguntó: -"¿Puedes decirme qué has hecho y aprendido ayer
en tu casa?"
El joven respondió: -"lavé las manos de mi padre y
también terminé de asear y acomodar su taller"
-"Ahora sé lo que es apreciar, reconocer. Sin mis
padres, yo no sería quien soy hoy. Al ayudar a mi padre ahora me doy cuenta de
lo difícil y duro que es conseguir hacer algo por mi cuenta. He llegado a
apreciar la importancia y el valor de ayudar a la familia.
El director dijo: "Esto es lo que yo busco en mi
gente. Quiero contratar a una persona que pueda apreciar la ayuda de los demás,
una persona que conoce los sufrimientos de los demás para hacer las cosas, y
una persona que no ponga el dinero como su única meta en la vida".
"Estás contratado".
Un niño que ha sido protegido y habitualmente se le ha
dado lo que él quiere, desarrolla una "mentalidad de tengo derecho" y
siempre se pone a sí mismo en primer lugar. Ignoraría los esfuerzos de sus
padres.
Si somos este tipo de padres protectores ¿realmente
estamos demostrando el amor o estamos destruyendo a nuestros hijos?
Puedes dar a tu hijo una casa grande, buena comida,
clases de computación, ver en una gran pantalla de televisión. Pero cuando
estás lavando el piso o pintando una pared, por favor que también él lo
experimente. Después de comer que lave sus platos junto con sus hermanos y
hermanas. No es porque no tengas dinero para contratar quien lo haga, es porque
quieres amarlos de la manera correcta. No importa cuán rico seas, lo que
quieres es que entienda. Un día tu pelo tendrá canas, igual que la madre de ese
joven.
Lo más importante es que tu hijo aprenda a apreciar el
esfuerzo y tenga la experiencia de la dificultad y aprenda la habilidad de trabajar
con los demás para hacer las cosas.
Todos aprendamos a compartir
Saben que los "pobres de Dios" no son solamente
los que no tienen dinero, sino los más pobres son los que no tienen compañía,
salud, alegría ... y aún los más pobres de todos, son los que ya perdieron lo
principal: La FE en DIOS...
Hasta los más pobres
saben compartir y ayudar
a los más necesitados.
'''''''''''''''''''''''''''''
A veces los que tienen menos son los que ponen el ejemplo
dando más... pues recuerda que cuando los ricos dan algo, dan solamente una
porción de lo que tienen, sin embargo, cuando los pobres dan, a veces dan TODO
lo que tienen... Así de desinteresada es su entrega...
Saben ellos muy bien lo que son las carencias, lo que es
no tener nada....
Saben que los "pobres de Dios" no son solamente
los que no tienen dinero, sino los más pobres son los que no tienen compañía,
salud, alegría ... y aún los más pobres de todos, son los que ya perdieron lo
principal: La FE en DIOS...
Comparte un poco o un mucho
de lo tanto que DIOS te ha dado !
LA MENTE DE DIOS ES DIFERENTE
EL HUMO NO SIEMPRE
ES SEÑAL DE DESASTRE... DIOS NUNCA LLEGA TARDE, SIEMPRE ESTÁ PRESENTE...
LA MENTE DE DIOS ES DIFERENTE
El único sobreviviente de un naufragio llegó a la playa
de una diminuta y deshabitada isla. Pidió fervientemente a Dios ser rescatado y
cada día escudriñaba el horizonte buscando ayuda, pero no parecía llegar.
Cansado, finalmente optó por construirse una cabana de
madera para protegerse y almacenar sus pocas pertenencias. Entonces, un día,
tras merodear por la isla en busca de alimento, regresó a su casa sólo para
encontrar su cabañita envuelta en llamas, con el humo ascendiendo hasta el
cielo.
Lo peor había ocurrido, lo había perdido todo.
Quedó anonadado de tristeza y rabia.
"¡Dios mío!, ¿cómo pudiste hacerme esto?", se
lamentó.
Sin embargo, al día siguiente fue despertado por el ruido de un barco que
se acercaba a la isla. Habían venido a rescatarlo.
"¿Cómo supieron que estaba aquí?", preguntó el
cansado hombre a sus salvadores.
-"Vimos su señal de humo", contestaron ellos.
Es fácil descorazonarse cuando las cosas marchan mal,
pero no debemos desanimarnos porque Dios trabaja en nuestras vidas aún en
medio del dolor y el sufrimiento.
La próxima vez que tu cabana se vuelva humo, recuerda
que puede ser la señal de que la ayuda y gracia de Dios viene en camino.
EL HUMO NO SIEMPRE ES SEÑAL DE DESASTRE... DIOS NUNCA
LLEGA TARDE, SIEMPRE ESTÁ PRESENTE...
EL CANASTO DE CARBON
Cuenta la historia de un anciano que vivía en una granja en
las montañas de Mendoza con su joven nieto.
Cada mañana, el abuelo y su nieto se sentaban a la mesa de
la cocina para leer la vieja y estropeada Biblia.
Un día el nieto le preguntó: - abuelo, yo intento leer la
Biblia, me gusta mucho pero no la entiendo y lo poco que logro entender se me
olvida enseguida.
¿Por qué necesitamos leer la Biblia? ¿Qué tiene de bueno?
El abuelo que escuchaba, mientras echaba carbón en la
estufa, respondió: - Querido hijo, toma el canasto de carbón ve al río y
tráemelo lleno de agua.
El nieto obedeció a su abuelo, aunque toda el agua se perdió
antes de que él pudiera volver a la casa.
El abuelo se rió y dijo: - Tendrás que caminar más rápido y
lo envió nuevamente al río con el canasto del carbón para hacer un nuevo
intento.
Esta vez el niño corrió todo lo que pudo, pero de nuevo el
canasto estaba vacío antes de que llegara a la casa.
Casi sin respiración, le dijo a su abuelo. - Llevar agua en
un canasto de carbón es imposible, nunca lo lograré. Si tú quieres que traiga
agua iré con otro tipo de recipiente.
Pero el anciano dijo: - Es que yo no quiero un recipiente de
agua, quiero un canasto de agua.
- Tú puedes lograrlo, trata de ir más rápido y lo
conseguirás.
El anciano salió, para ver lo que hacía su nieto. El niño
sabía que era imposible, pero quería demostrar a su abuelo que aún cuando
corriese tan rápido como podía, el agua se saldría antes de que llegase a la
casa.
Al llegar de nuevo con el canasto vacío, dijo: - ¡Mira
abuelo, es inútil!
- ¿Por qué piensas que es inútil? Le preguntó el anciano.
Mira dentro del canasto, ¿no ves algo diferente? El niño miró el canasto y no
vio nada especial, pero de pronto se dio cuenta de que en lugar de estar sucio
y lleno de restos de carbón, estaba muy limpio.
-Hijo, le dijo el abuelo, esto es lo que pasa cuando tu lees
la Biblia, tal vez no puedes entender o recordarlo todo, pero a medida que la vas
leyendo te limpia por dentro.
“Ésa es la obra de Dios en nuestra vida. Para transformar
nuestro interior, debe lavarnos lenta y constantemente hasta producir una
limpieza, que le permita obrar sin ningún tipo de obstáculos”
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