https://eljardindelassreflexiones.blogspot.com/2020/05/prueba.html EL JARDIN DE LAS REFLEXIONES

lunes, 15 de diciembre de 2014

CINTA ROSA


.¡¡¡¡.......La cinta rosada.......
TE ANIMAS A DETENERTE A LEERLO...???????

Un señor de alrededor de 50 años entró discretamente a un café y se sentó a una mesa desocupada.
Antes de hacer su pedido, se percató de un grupo de hombres más jóvenes sentados en una mesa cercana. Se estaban riendo.
Y le resultó obvio que se estaban riendo y burlando de él. No tardó demasiado en recordar que llevaba puesto un pequeño lazo rosado colocado sobre la solapa de su chaqueta y que éste era el motivo de las risas. Al principio los ignoró, pero las risas comenzaban a irritarlo.
Miró a uno de ellos, señaló su lazo y le pregunto:
”¿Esto te causa gracia?”
Con eso, los hombres se miraron entre si, desconcertados.
Aún tratando de contener la risa, uno de ellos le contesto:
- “No lo tomes a mal, sólo comentábamos lo lindo que te queda el moño rosado con ese saco azul”.
Con un gesto amistoso, el señor invitó al bromista a sentarse a su mesa. Incómodo como estaba, el joven aceptó, sin saber bien para qué.
Con voz muy calmada, el señor le explicó:
- “Llevo puesto este lazo rosado para alertar a todos sobre el cáncer de mamas.
Lo llevo puesto en honor a mi madre.”
- “Señor, perdone usted. ¿Su madre murió de cáncer de mamas?”
- “No, no está muerta. Felizmente está viva y muy bien de salud. Pero fueron sus senos los que me alimentaron cuando era un bebé. Y en sus senos fue donde descansé mi cabeza cuando estaba atemorizado o triste cuando era un niño pequeño. Estoy muy agradecido por los senos de mi madre por la salud de la que goza hoy.”
- “Hummm”, contestó el joven, “¡claro!”
- “También llevo puesto este lazo rosado en honor a mi esposa”, siguió el señor.
- “¿Ella también está bien?”, preguntó el muchacho.
- “Oh, sí. Ella está perfecta. Y con sus senos alimentó y nutrió a nuestra hermosa hija hace 23 años. Estoy muy agradecido por los senos de mi esposa y por su salud.”
- “Entiendo. Así que supongo que también lo llevas puesto en honor a tu hija.”
- “No, ya no puedo llevarlo puesto en honor a mi hija, para eso es tarde. Ella falleció de cáncer de mamas hace un mes. Ella creyó que era demasiado joven para tener cáncer de mamas. Así que, cuando casualmente se notó un bulto, lo ignoró. Ella pensó que como no le causaba dolor, no había nada de qué preocuparse.”
Ahora abatido y avergonzado, el joven le dijo,
- “Oh señor, cuánto lo siento...”
- “Por eso, en memoria de mi hija, también llevo puesto este pequeño lazo rosado, porque me permite otorgarle a otros una oportunidad que yo ya no tengo. Así que ahora, anda y conversa esto con tu esposa y tu hija, tu madre y tu hermana, así como también con tus amigos.”
- “Y toma...” El señor metió su mano en el bolsillo y sacó otro pequeño lazo rosado y se lo entregó al hombre joven.
El muchacho miró el lazo que le fue entregado y levantando su cabeza le pregunto al señor:
- “¿Me ayuda a ponérmelo........?”
Para las mujeres a quienes les estoy mandando este mensaje:
Visiten regularmente a sus médicos, aprendan a revisarse solas y háganse una mamografía.
..¡¡¡¡Para los hombres a quienes les estoy mandando este mensaje:
No descuiden a las mujeres que aman.... y recuérdenles con frecuencia que deben cuidarse..!!!!

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miércoles, 10 de diciembre de 2014

QUE TENGAS UNA LINDA NAVIDAD

Que Dios los bendiga y que tengan una linda Navidad.
 
Oportunidad para Reflexionar
Navidad, celebración en la cual la mayoría de las personas se dan permiso de ser felices, la Navidad hace de diciembre un mes especial, la Navidad hace de diciembre un mes en la cual las personas se animan a soñar, se animan a reír; otros se dan permiso de olvidar por un instante los problemas, es también una oportunidad para reflexionar.
Navidad, hace de diciembre el mes de las reconciliaciones, de la unión, de la solidaridad, sin lugar a dudas la Navidad hace de Diciembre un mes especial, y es que en medio de un mundo convulsionado, Diciembre brinda la oportunidad perfecta para escapar por un instante de la tensión, oportunidad perfecta para experimentar un poco de paz.
Tristemente la Navidad, se ha convertido en una celebración donde Jesús quien es el protagonista no ha sido invitado, se tienen las fiestas, se tiene la novena, se tienen los regalos, pero lo que cada vez menos se tiene es al Señor de la Navidad. Las calles se llenan de luces, sin embargo aquel que dijo “yo soy la luz del mundo” está ausente.
Hoy en el mundo se ignora que sin Jesús en el corazón, la navidad no dejara de ser la celebración que escasamente dura un mes y luego, de nuevo la tristeza, la ansiedad, la preocupación por el futuro, regresa también la desesperanza.

Que distinta una Navidad teniendo en nuestras vidas a Jesús, el Señor de la Navidad, entonces la celebración se convierte en una celebración no solamente de un mes, se convierte en una celebración que dura toda la vida.

La primera Navidad

 (Una historia que nos enseña como el Misterio de la Navidad emblandece el corazón humano)
Mientras todos los niños ayudaban en sus casas en los preparativos para la Nochebuena, Pedro, de 7 años de edad, trabajaba en la joyería de Don Juan para ayudar con el sostenimiento de su casa. Don Juan era un joyero de mucho dinero, pero al mismo tiempo, un hombre sin familia, a quien solamente le importaba el dinero y miraba a Pedro como un simple trabajador más no como un niño.
El día de Navidad Pedro quería retirarse temprano del trabajo para comprar algunas cosas para la cena y ayudar a su mamá. Contemplando en la ventada como algunos niños jugaban, Pedro escuchó un grito que lo hizo temblar:
- ¡Pedro!, gritó Don Juan.
- Si señor, respondió él
- ¿Qué haces mirando por la ventana? Aún no terminas tu trabajo.
- Pedro contestó:¡Hoy es navidad! hoy es el cumpleaños del niño Jesús, hoy es un día muy especial.
- ¡Pues a mi no me importa! ¡Crees que hoy vas a poder escaparte mas temprano de tus deberes, trabaja mejor!, replicó
- Pero Don Juan, hoy quería comprar algunas cosas para la cena de navidad, suplicó el niño.
- ¡Para la cena de Navidad!, se burló el joyero. Tú lo único que quieres es escaparte mas temprano. Hoy es un día común y corriente; mejor sigue trabajando si quieres mantener tu empleo.
- Si don Juan, contestó Pedro muy triste.
El niño continuó trabajando, con lágrimas en los ojos. Su corazón estaba muy triste y angustiado y temía que Don Juan no lo dejase pasar Navidad junto a su familia. En medio de ese aterrador pensamiento, elevó una plegaria a la Virgen María pidiéndole su intercesión para que pudiese pasar una linda Navidad con su familia.
Poco después, Don Juan, inesperadamente, gritó tan fuerte que casi se le sale el corazón a Pedro.

- ¡Pedro, Pedro ven apúrate! - gritaba el joyero horrorizado.
- Don Juan ¿que le pasa? preguntó
- Don Juan asustado abraza a Pedro y le dice: "Vi un fantasma, vi un fantasma!
- Pedro miró para todos lados en la habitación de Don Juan y no vio nada.
- Cálmese, dijo. Yo no veo nada.
- ¿Me estas tratando de mentiroso?, exclamó el anciano.
- No don Juan, disculpe no quise decir eso.
- ¡Sigue trabando mejor!, fue una pesadilla ¡sigue trabajando!
Don Juan seguía atemorizado por lo que según él había visto. No queriendo permanecer ni un momento solo se le ocurrió pedirle a Pedro que se quedara con él hasta bien entrada la noche. "Por si acaso", pensó. Don Juan llamó al niño y le dijo:

- Pedro, necesito que hoy te quedes hasta más tarde.
- Pero señor, hoy es navidad y mi familia me esta esperando.
- ¡Pedro te pago el doble!
- Pero Don Juan, ya tengo casi terminado mi trabajo y debo ir a casa.
Don Juan no le quería confesar que estaba asustado y el niño lo sabía, pero él se resistía a quedarse porque era Navidad. Entonces, se le ocurrió una magnífica idea: "invitar a Don Juan a su casa a pasar la navidad".

- Don Juan: lo invito a pasar la Navidad con nosotros para que no se quede solo.
Don Juan estaba emocionado por el ofrecimiento de Pedro, ya que nadie lo invitaba a su casa. por lo que sin pensarlo… aceptó.

Cuando llegaron a la casa de Pedro, Don Juan se quedó muy impresionado porque en esa humilde casa, había mucha alegría y generosidad.

Don Juan sonrió como nunca lo había hecho, se dio cuenta que nunca había tenido una Navidad y ahora la compartía con una familia muy sencilla y amable. Sus mejillas se sonrojaron y sobre ellas rodaron muchas lágrimas de la emoción y felicidad que sentía.


Al final de la noche, Don Juan se comprometió a ser más justo y considerado con el niño, y a desprenderse de sus bienes a favor de los más necesitados.

Una Navidad muy diferente

Una Navidad muy diferente
Carta al Niño Jesús
Cuando era niña, mi madre me inculcó la costumbre de que cada año le escribiera una carta a Santa Claus para pedirle las cosas que quería me trajera en este tan esperado día.
Desde luego, todo estaba condicionado a la conducta que yo observara durante un año, y mi madre, siempre pendiente de todo, me "leía la cartilla" recordándome las travesuras cometidas durante 365 días. Por lo tanto, los regalos pedidos, ya no serían los mismos. Sin embargo, la esperanza no moría en mi corazón y esa tan especial carta terminaba colocándola debajo de mi hamaca, para que yopudiera ver cómo era en realidad el esperado personaje. Nunca lo pude conocer porque, según mamá, me quedaba dormida cuando él llegaba y le daba pena despertarme.
Mi emoción por escribir era doble: una porque era la única ocasión en que escribía una carta y se la mandaba a alguien, y dos porque en ella volcaba toda mi ilusión de pedir lo que, sin saberlo, nuca llegaría a mis manos. Al día siguiente, no podía controlar la emoción de ver si todo lo pedido había llegado. No puedo decir que me sentía desilusionada por lo que "Santa Claus" me había traído, sino que no entendía el porque, si yo pedí un "juego de té" de los grandes, había uno chiquito en su lugar.
En fin, resignada, aceptaba tan maravilloso regalo, prometiéndome a mí misma que durante todo el año venidero me portaría mejor, para que me trajera lo que pidiera y pudiera conocer al portador de dichos obsequios.
Han pasado ya muchos años de esta maravillosa etapa de mi vida, no exenta de carencias económicas, pero sí llena de momentos felices; con el paso del tiempo, la realidad se empezó a hacer patente y mi personaje favorito cambió de rostro, de un hombre gordo y bonachón, a un niño recién nacido. Hoy mi pedido de regalos ya no lo hago por medio de cartas, ni siquiera por computadora, menos por Internet, no lo necesito, pues los pedidos los hago con el corazón y llegan más rápido y seguro: mi Cristo Jesús no necesita de estas modernidades para que me escuche en el momento en que se lo pido y el mensaje, además, llega con entrega inmediata.
Todas las Navidades son especiales, pero ésta en lo personal será muy diferente pues algunos de mis amores no estarán conmigo; no voy a disfrutar ni gozar de su presencia, pero tengo impregnada su esencia y eso me reconfortará mucho más, sobre todo ahora que es la primera vez que pasaré las fiestas decembrinas sin una de mis hijas, le ha tocado alzar el vuelo e iniciar su propia vida y, aunque me queda muy claro que esta experiencia tenía que vivirla algún día, me duele mucho, pues todavía no me acostumbro a no tenerla conmigo. Esta y algunas otras razones me han hecho recordar cuando escribía mis cartas, pues si la emoción me embargaba en aquel entonces, ahora mucho más, cuando los sentimientos se encuentran, no hay palabras para describir lo que se siente en el corazón. Por eso esta Navidad para mí será diferente y quiero pedirle, ya no a "Santa Claus", sino a mi Niño Jesús lo que me gustaría para este 24 de diciembre:"Mi Niño Jesús, en esta Navidad quiero pedirte que me ayudes a ser cada día una mejor compañera, esposa, madre, amiga, en fin una mejor persona, para ser digna de ti, y poder proyectarlo a los seres que conviven conmigo en cualquier lugar y en cualquier circunstancia.
"Acrecienta en mí la tolerancia, la paciencia, la solidaridad, la honestidad, la sinceridad, la alegría y el entusiasmo, el amor y la ternura, para poder compartirlo con la gente que me rodea.
"Permíteme ver más allá de lo que mis ojos pueden ver, sobre todo, cuando un niño se acerca a mí y ver en él tu rostro cuando sonríe.
"Te pido también por mis hijos (sobre todo por la que en estos momentos está lejos de mí) para que los cuides, los protejas y los guíes, más aún en los momentos difíciles que la vida les tiene reservados, y acreciéntales el amor que sienten por ti, que eres la vida misma.
"Quiero pedirte por las autoridades que dirigen a mí país y a mí Estado para que impere en ellos el compromiso de ser democráticos, justos, honestos y competentes, para que el rostro de la miseria que asomó después del huracán "Isidoro" desaparezca, dando lugar al bienestar y al desarrollo, pues eso redundaría en beneficio para mis conciudadanos y así habría menos gente desempleada.
"Después de lo que se vivió (con el ciclón) danos, sobre todo a los que todavía no recuperan lo perdido, la esperanza, la fe y la confianza de que las cosas serán mucho mejor que antes, más aún si confían en ti.
"Que en todas las familias, no sólo de aquí, sino de todo el mundo, reine el respeto, el cariño, la confianza y el amor, para que se acaben las violencias, los llantos y las tristezas, y ser lo más parecido a esa Sagrada Familia en la cual tú te encuentras ahora, acompañado de tus Santísimos padres.
"También quiero pedirte, niñito Jesús, que estés siempre junto a los niños que al igual que tú, quieren jugar, correr, brincar, saltar, pero por cosas del destino sufren de alguna discapacidad que les impide hacerlo. Enséñales que estando contigo, no hay imposibles.
"Y para no alargar mucho esta carta, pues sé que tienes mucho que hacer, a pesar de ser tan pequeñito, quiero pedirte, mi Niño Jesús, abusando de tu bondad, que seas tú el portador de un abrazo muy fuerte a todas mis amigas que por motivos ajenos a mi voluntad no podré darles, diles que las quiero mucho y que espero que no pase mucho tiempo para dárselos personalmente, si tú así lo tienes dispuesto.
"Estoy convencida de que mi manera de ser y la conducta que yo observe tiene mucho que ver para que me concedas todo lo que te pedí. Sé que debo ser una digna hija y hermana tuya, congruente entre lo que digo y hago en este largo caminar por la vida y en mi trato con las personas que me rodean, y en eso se centra mi búsqueda constante. Sin embargo, cuando no esté siendo honesta y sincera ni conmigo ni con los demás, por favor "léeme mi cartilla", como cuando era niña, pues mi madre todavía se encarga de hacerlo ahora que soy grande. Por todas tus bendiciones ¡Gracias!"
P.D. por esta ocasión, esta carta no la voy a poner debajo de mi hamaca, sino junto a tu cunita, pero no para que no se te olvide lo que te pido, sino para que yo recuerde siempre lo mucho que me das".

Y para todos y cada uno de los seres que amo (esa palabra me enseño mi madre para expresar mi cariño) y para los que me hacen el favor de leer este artículo, les deseo de todo corazón que pasen una muy: ¡Feliz Navidad!