https://eljardindelassreflexiones.blogspot.com/2020/05/prueba.html EL JARDIN DE LAS REFLEXIONES

sábado, 17 de mayo de 2014

Cerrando círculos


No se si alguna vez les ha pasado, a mi en particular me pasa mucho, me cuesta mucho adaptarme o aceptar cambios, no se si por miedo a lo desconocido, a no saber como reaccionar, que hacer? es por esto que les dejo está reflexión que me parece muy buena y para tomar en cuenta……
Cerrando puertas, cerrando capítulos, como quiera llamarlo.
Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó con su trabajo?
¿Se acabó la relación?

¿Ya no vive más en esa casa?

¿Debe irse de viaje?

¿La amistad se acabó?

Puede pasarse mucho tiempo de su presente ‘revolcándose’ en los porqués, en devolver el cassete y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos.
A pasar la hoja.
A terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir para adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado.
Ni siquiera preguntándonos por qué.
Lo que sucedió, sucedió.
Y hay que soltar, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. No.
¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa.
Papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse.
En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar.
Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.
El pasado ya pasó.
No espere que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que “alguna vez se den cuenta de quién es usted”.
Suelte el resentimiento, el prender “su televisor” personal para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.
La vida está para adelante, nunca para atrás.
Porque si usted anda por la vida dejando “puertas abiertas”, por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción.
Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de “regresar” (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron.
¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo! Si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni por soberbia sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio, usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver.
Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo.
Ni usted será el mismo ni el entorno al que regresa será igual porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.
Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida.
Recuerde que nada ni nadie es indispensable.
Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque cuando usted vino a este mundo “llegó” sin ese adhesivo, por lo tanto es “costumbre” vivir pegado a él y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr porque, le repito, nada ni nadie nos es indispensable.
Sólo es costumbre, apego, necesidad.
Pero… cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte.
Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.
¡Esa es la vida!



sábado, 3 de mayo de 2014

ARREGLOS FLORALES







ARREGLOS FLORALES







MULTICOLOR FLORES





AMOR DE MADRE

De niños creemos que mamá todo lo puede, que no siente cansancio, que no sufre… esa imagen que guardamos de ella con el tiempo no coincide con la que vemos cuando pasan los años… Entonces descubrimos que mamá también sufre, se cansa, está triste, no tiene fuerza, calla ocultando el dolor…


La vemos como un héroe sobrevivir a grandes tragedias, llevarnos de la mano conteniéndonos y mostrándonos la vida siempre del lado más bello…

De niños no entendemos sus lágrimas… de adultos nos preocupan… o no las comprendemos…

Así como nosotros necesitamos tantas veces de la protección de esos brazos fuertes, de la comprensión de nuestros gestos o de nuestros silencios, de nuestro dolor… ella también nos necesita…



Por eso debemos detenernos y observarla… abrazarla y hacer que sienta que estamos allí… que nos importa, que es valiosa… y de esta forma regresaremos a ella el más hermoso sentimiento que nos enseñó, el sentimiento que lleva paz y tranquilidad en los momentos difíciles de la vida, el que nos contiene, el que minimiza el dolor, el que nos hace luchar por nuestros sueños e ideales… pero por sobre todo nos enseña a dar sin pedir nada a cambio: El Amor.

LAS MUJERES AMAN DEMASIADO

Amar no es sinónimo de sufrir. Las siguientes son características típicas que se presentan en mayor o menor proporción en las mujeres que aman demasiado:
1 Tal vez proviene de un hogar disfuncional, donde no fueron satisfechas sus necesidades emocionales.
2 Al haber recibido poco afecto, usted trata de compensarlo indirectamente, dando afecto a hombres necesitados.
3 Al no haber podido convertir a su(s) progenitor(es) en seres atentos y cariñosos, busca a hombres difíciles, con el fin de lograr ese cambio en ellos.
4 Teme al abandono, por lo que evita que cualquier relación se disuelva.
5 Es capaz de cualquier cosa por ayudar al hombre que ama.
6 Debido a la falta de amor, se esfuerza en exceso por complacer a su pareja.
7 Está dispuesta a aceptar más responsabilidades, culpas y reproches que su pareja.
8 Posee poco amor propio y cree no merecer felicidad.
9 Por su inseguridad, necesita desesperadamente controlar a su pareja y su relación.
10 Sueña con una relación ideal, en lugar de vivir la realidad.
11 Es adicta a los hombres y al sufrimiento.
12 Tiene predisposición a las adicciones.
13 Evade su responsabilidad para consigo, al sentirse atraída por personas conflictivas, caóticas o emocionalmente dolorosas.
14 Puede ser propensa a depresiones, las cuales disfraza con la excitación que le brinda una relación inestable.
15 Considera aburridos a los hombres amables y confiados que se interesan en usted.



FLORES AMARILLAS