https://eljardindelassreflexiones.blogspot.com/2020/05/prueba.html EL JARDIN DE LAS REFLEXIONES

miércoles, 9 de julio de 2014

EL PICADOR DE PIEDRA

Cuenta la leyenda que un humilde picador de piedra vivía resignado en su pobreza, aunque siempre anhelaba con deseo convertirse en un hombre rico y poderoso. Un buen día expresó en voz alta su deseo y cuál fue su sorpresa cuando vio que éste se había hecho realidad: se había convertido en un rico mercader.

Esto le hizo muy feliz hasta el día que conoció a un hombre aún más rico y poderoso que él. Entonces pidió de nuevo ser así y su deseo le fue también concedido. Al poco tiempo se cercioró de que debido a su condición se habían creado muchos enemigos y sintió miedo.

Cuando vio cómo un feroz samurái resolvía las divergencias con sus enemigos, pensó que el manejo magistral de un arte de combate le garantizaría la paz y la indestructibilidad. Así que quiso convertirse en un respetado samurái y así fue.

El Picador de PiedraSin embargo, aún siendo un temido guerrero, sus enemigos habían aumentado en número y peligrosidad. Un día se sorprendió mirando al sol desde la seguridad de la ventana de su casa y pensó: “él si que es superior, ya que nadie puede hacerle daño y siempre está por encima de todas las cosas. ¡Quiero ser el sol!”.

Cuando logró su propósito, tuvo la mala suerte de que una nube se interpuso en su camino entorpeciendo su visión y pensó que la nube era realmente poderosa y así era como realmente le gustaría ser.

Así, se convirtió en nube, pero al ver cómo el viento le arrastraba con su fuerza, la desilusión fue insoportable. Entonces decidió que quería ser viento. Cuando fue viento, observó que aunque soplaba con gran fuerza a una roca, ésta no se movía y pensó: ¡ella sí que es realmente fuerte: quiero ser una roca! Al convertirse en roca se sintió invencible porque creía que no existía nada más fuerte que él en todo el universo.

Pero cuál fue su sorpresa al ver que apareció un picador de piedra que tallaba la roca y empezaba a darle la forma que quería pese a su contraria voluntad. Esto le hizo reflexionar y le llevó a pensar que, en definitiva, su condición inicial no era tan mala y que deseaba de nuevo volver a ser el picador de piedra que era en un principio.

CARTA DE DIOS:



Querido/a Hijo/a Mío/a:
Puede que en estos días te sientas agobiado, mortificado por tantas presiones y preocupaciones. Te sientes confundido y buscas respuestas a tus preguntas. Nadie parece entender lo que te pasa y eso acrecienta más tu dolor y frustración. Pero por si se te ha olvidado, tengo buenas noticias para ti. Y es que en el libro de los Salmos 32: 8 dice:
"Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos".
No existe nada que puedas hacer para cambiar eso, mi mirada está totalmente puesta en ti. Mi amor por ti es incondicional e ilimitado. Cuando los demás te abandonan yo sigo estando ahí. Cuando afligido y cargado sientes que no puedes más con el peso de tus culpas, cargas y angustias, soy yo quien tomo tu carga y te llevo en mis brazos. Soy Yo quien quito tu culpa y pongo paz en lugar de tormentas.
La pregunta que tengo para ti es: ¿por qué te agitas y te confundes? ¿Por qué permites que pequeñeces o cosas, no importe su tamaño, logren apartarte de mí? ¿Acaso no dijiste que me seguirías y me amarías? ¿Acaso no entregaste tu corazón para que Yo lo cambie y ponga cosas hermosas dentro de él?
Si la respuesta es afirmativa, ¿por qué no me dejas hacer mi trabajo? ¿Por qué cada vez que intento colocar en orden tu vida me culpas de las cosas que te pasan? Soy Dios, ese que formó tus entrañas. En mí no hay mudanza alguna, no hay sombra de variación. Si permaneces fiel a mí, verás mi gloria. Recuerda que tu tiempo no es mi tiempo, por tanto confía en mí que tengo más experiencia, sé lo que hay en frente y te amo más que a nadie en el mundo.
¡Dime! ¿Por qué te sientes insignificante? ¿Acaso te crees de tan poco valor? Si por ti Yo di mi sangre en la cruz, cada gota de sangre pronunciaba tu nombre, confesaba libertad y redención.
Hoy te digo PAZ, aprende a descansar en mí. Tú crees que estás listo, pero cuando quiero ver cuán listo estás para recibir lo que tengo para ti, retrocedes. Calla, enmudece, que a mi presencia tiembla la tierra. No me retes como si yo fuera alguien a quien puedes manejar a tus antojos. No actúes como el niño malcriado que monta pataletas y llora cuando no consigue lo que quiere. Aprende y adquirirás sabiduría.
Los siervos y siervas que en mi esperaron obtuvieron respuestas. Si tú confías en mí y dejas que YO obre a mi tiempo, sonreirás y cantarás. Todo esto te digo porque te amo y a quien amo, corrijo. A quien corrijo, instruyo, y a quien instruyo, llamo. A quien Yo llamó respaldo y si te llamo y te respaldo d ebes saber que es porque te amo.


De tu Padre Celestial.

SE FUERTE

Ser fuerte es amar a alguien en silencio

Ser fuerte es irradiar felicidad cuando se es infeliz

Ser fuerte es intentar perdonar a alguien que no merece perdón

Ser fuerte es esperar cuando no se crea en el regreso

Ser fuerte es mantenerse en calma en los momentos de desesperación

Ser fuerte es demostrar alegría cuando no se siente

Ser fuerte es sonreir cuando se desea llorar

Ser fuerte es hacer a alguien feliz cuando se tiene el corazón en pedazos

Ser fuerte es callar cuando lo ideal sería gritar a todos tu angustia

Ser fuerte es consolar cuando se necesita de consuelo

Ser fuerte es tener fe aunque no se crea


Por eso mismo, en la dura realidad y por más difícil que la vida pueda parecer: ¡Ama y sé Fuerte!

SONRIE LA VIDA ES BELLA

 Sonríe, la vida es bella
Dios nos ha rodeado de tanta belleza que tan sólo necesitamos abrir los ojos para comprobarlo: el cielo tan lleno de estrellas, un bebé que sonríe despreocupado… Enfrenta tus días con los ojos abiertos a las cosas buenas: levantándote cada mañana y diciendo “¡gracias Señor!”… ¡Sobre todo porque te ha regalado otro día más para vivir! Trata de hacer de tu día algo positivo y bello, y no dejes que el estrés o los problemas te abrumen.
Sonríe a la tristeza, levanta la cabeza y camina como con seguridad, que el mundo está a tus pies.

Hay personas que viven en completa amargura y nunca te darán una frase de aliento (todo lo contrario, seguramente te criticarán. No verán tus cualidades sino solamente tus defectos). ¡A esa clase de personas demuéstrales lo segura y fuerte que eres! Demuéstrales lo feliz que eres, con toda esa autoestima que sube más allá de las nubes..

SE FUERTE

Ser fuerte es amar a alguien en silencio

Ser fuerte es irradiar felicidad cuando se es infeliz

Ser fuerte es intentar perdonar a alguien que no merece perdón

Ser fuerte es esperar cuando no se crea en el regreso

Ser fuerte es mantenerse en calma en los momentos de desesperación

Ser fuerte es demostrar alegría cuando no se siente

Ser fuerte es sonreir cuando se desea llorar

Ser fuerte es hacer a alguien feliz cuando se tiene el corazón en pedazos

Ser fuerte es callar cuando lo ideal sería gritar a todos tu angustia

Ser fuerte es consolar cuando se necesita de consuelo

Ser fuerte es tener fe aunque no se crea



Por eso mismo, en la dura realidad y por más difícil que la vida pueda parecer: ¡Ama y sé Fuerte!


SONRIE LA VIDA ES BELLA

Sonríe, la vida es bella
Dios nos ha rodeado de tanta belleza que tan sólo necesitamos abrir los ojos para comprobarlo: el cielo tan lleno de estrellas, un bebé que sonríe despreocupado… Enfrenta tus días con los ojos abiertos a las cosas buenas: levantándote cada mañana y diciendo “¡gracias Señor!”… ¡Sobre todo porque te ha regalado otro día más para vivir! Trata de hacer de tu día algo positivo y bello, y no dejes que el estrés o los problemas te abrumen.
Sonríe a la tristeza, levanta la cabeza y camina como con seguridad, que el mundo está a tus pies.

Hay personas que viven en completa amargura y nunca te darán una frase de aliento (todo lo contrario, seguramente te criticarán. No verán tus cualidades sino solamente tus defectos). ¡A esa clase de personas demuéstrales lo segura y fuerte que eres! Demuéstrales lo feliz que eres, con toda esa autoestima que sube más allá de las nubes…

CARGANDO EL PASADO

Dos hombres iban caminando por el campo, al acercarse a un río se encontraron con una mujer que quería cruzar al otro lado, pero que no sabía como hacerlo, ya que no había ningún puente. El primer hombre se ofreció amablemente: –Si quieres podemos llevarte en brazos hasta el otro lado del río; y ella aceptó agradecida su ayuda.
Así que los dos hombres entrelazaron sus manos, la levantaron y la llevaron hasta el otro lado del río. Después de seguir sus caminos, uno de ellos de pronto se quejó amargamente; –¡Mira mi ropa! –dijo. –Está toda sucia de barro por haber cruzado a esa mujer, la espalda me duele y me siento muy cansado.
El otro hombre simplemente sonrió y asintió con su cabeza. Más adelante, el segundo hombre se quejó nuevamente, ya no puedo seguir adelante, me duele todo, todavía siento el esfuerzo, dijo.
El primer hombre miró a su compañero, que ya estaba en el suelo quejándose y le dijo:
–¿Te has preguntado por qué yo no me estoy quejando?, te lo diré: La espalda te duele, porque todavía estás llevando a la mujer en tus brazos, pero yo la bajé apenas cruzamos el río.
Así es como somos nosotros. Llevamos las cargas del pasado sobre nuestros hombros. Ponemos una caja llena de odios, frustraciones, resentimientos, envidias, celos y muchísimas cosas más que, con el pasar de los años, se hace más pesada, hasta que un día, como el hombre de la historia, nos duele hasta el alma por el tremendo esfuerzo.
Jesús te dice:

«Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mi, y yo los haré descansar» Mateo: 11:28.