Bienvenidos a este bello espacio donde encontras muchas reflexiones, flores, rosas, arreglos florales y mucha paz
viernes, 20 de febrero de 2015
HISTORIA DE UN DIVORCIO
Cuando llegué a mi casa esa noche, mientras mi esposa me
servía la cena, le agarré su mano y le dije, tengo algo que decirte. Ella se
sentó y comió callada. La observé y vi el dolor en sus ojos, de pronto no sabía
cómo abrir mi boca, pero tenía que decirle lo que estaba pensando. "Quiero
el divorcio".
Ella no parecía estar disgustada por mis palabras y me
preguntó suavemente ¿por qué?... No supe que responder.
Esa noche no hablamos, sólo escuche lo mucho que lloraba.
Sabía que quería saber qué estaba pasando con nuestro matrimonio, pero no pude
contestarle. Sucedió que ella había perdido mi corazón, ahora le pertenecía a
otra mujer llamada Juana. Yo ya no amaba a mi esposa, solamente le tenía
lástima!
Con un gran sentido de culpabilidad, escribí un acuerdo de
divorcio y en este acuerdo ella se quedaba con la casa, el carro y el 30% de
nuestro negocio. Ella miró el acuerdo y lo rompió a pedazos!
Ella pasó 10 años de su vida conmigo y éramos como extraños!
Yo le tenía lástima, por todo su tiempo perdido, su energía pero ya no podía
cambiar, yo amaba a Juana. De pronto empezó a gritar y a llorar para
desahogarse. La idea del divorcio ahora era mas clara para mí.
Al día siguiente llegué a casa y la encontré escribiendo en
la mesa. No cené y me fui a dormir, estaba muy cansado de haber pasado el día
con Juana. Cuando desperté, todavía estaba mi esposa escribiendo en la mesa. No
me importó, me viré y seguí durmiendo.
Por la mañana mi esposa me presentó sus condiciones para el
divorcio. No quería nada de mí, pero necesitaba un mes de aviso antes del
divorcio. En sus condiciones me pedía que por un mes tendríamos que vivir como
hasta ahora, vivir normal. Su razón era simple, nuestro hijo tenía todo ese mes
exámenes y no quería molestarlo con nuestro matrimonio quebrantado. Yo estuve
de acuerdo, ella tenía otra petición. Que me acordara cuando yo la cargué a
nuestro cuarto el día que nos casamos. Me pidió que por ese mes, todos los días
la cargara del cuarto hasta la puerta de salida de la casa!
Pensé que se había vuelto loca, pero para llevar la fiesta
en paz, y para que firmara el divorcio después del mes, acepté.
Le conté a Juana lo que mi esposa me había pedido. Ella se
reía en voz alta, y decía que era absurdo la petición, que no importaba que
truco usara, tendría que darle la cara al divorcio.
Mi esposa y yo no teníamos contacto físico desde que expresé
mis intenciones de divorcio, así que cuando la cargué el primer día hasta la
puerta de salida, los dos nos sentimos mal, incómodos. Nuestro hijo caminaba detrás
aplaudiendo y diciendo: Papá está cargando a mi mami en sus brazos. Sus
palabras me causaron mucho dolor. Caminé los 10 metros con mi esposa en mis
brazos, ella cerró los ojos y me dijo en voz baja: No le digas a nuestro hijo
del divorcio. Afirmé con la cabeza un poco disgustado, la bajé cuando llegué a
la puerta, y se fue a esperar el transporte para ir al trabajo.
El segundo día, los dos estábamos más relajados. Ella se
apoyó en mi pecho. Pude sentir su fragancia, me di cuenta que hacia tiempo que
no la miraba detenidamente. Ya no era tan joven, tenía algunas arrugas, algunas
canas. Era notable el daño de nuestro matrimonio! Por un momento pensé y me
pregunté. ¿Qué fue lo que le hice?...
El cuarto día, la cargué, sentí que la intimidad estaba
regresando entre ambos. Esta era la mujer que me dio 10 años de su vida. En el
quinto y sexto día, seguía creciendo nuestra intimidad. No le dije nada al
respecto a Juana, pero cada día era más fácil cargar a mi esposa. Pensé que me
estaba acostumbrando a cargarla porque era menos notable cargar el peso de su
cuerpo conforme pasaban los días.
Una mañana ella estaba viendo que ponerse, se había probado
muchos vestidos pero no servían. Se quejó diciendo: ¡Mi ropa se ha puesto
grande!!! Y fue ahí que me di cuenta que estaba muy delgada, y esa era la razón
por la cual yo no sentía su peso al cargarla.
De pronto sentí que le había enterrado mucho dolor y
amargura. Sin darme cuenta le toqué su cabello, en ese momento nuestro hijo
entró a la recamará y dijo: "papá llegó el momento de que cargues a mamá
hasta la puerta!!".
Para mi hijo ver a su padre día tras día cargar a su mamá
hasta la puerta, se había convertido en una parte esencial de su vida. Mi
esposa lo abrazó, yo vire mi cara, sentí temor que cambiara mi forma de pensar
sobre el divorcio.
Cargar a mi esposa en mis brazos hasta la puerta, se sentía
igual que el primer día de nuestra boda. Ella acariciaba mi cuello suavemente y
natural, yo la abrazaba fuerte, igual que nuestra noche de bodas. La abracé y
no me moví, pero la sentí tan livianita y delgada que me dio tristeza.
El último día igual la abracé y no quería moverme, quería
que el momento durara mucho más.
Manejé para la oficina, un impulso dentro de mí me hizo
cambiar de dirección. Al llegar a mi nuevo destino salí del auto, subí las
escaleras y al tocar la puerta Juana me abrió. La vi a los ojos y sin vacilar
le dije: Lo siento, no quiero ni voy a divorciarme de mi esposa.
Juana me miró con asombro, quería explicaciones. Yo, amaba a
mi esposa y ella a mí. Era que entramos en rutina y estaba aburrido, no valoré
los detalles de nuestra vida, hasta que empecé a cargarla de nuevo, me di
cuenta que debo y quiero cargarla por el resto de nuestras vidas.
Juana lloró, me dio una bofetada y cerró la puerta. Bajé las
escaleras, subí al auto y llegué a la florería. Compré el arreglo más hermoso
para mi esposa.
La joven en la florería me entregó una tarjeta, donde de
puño y letra escribí: "Te cargaré todas las mañanas hasta que la muerte
nos separe".
Llegué a mi casa con flores en la mano y una sonrisa, corrí
y subí para encontrarme con mi esposa, pero ella estaba muerta!!!!
Le habían detectado cáncer y yo estaba tan ocupado con Juana
que no me di cuenta. Mi esposa sabía que se estaba muriendo, y por ese motivo
pidió un mes de aviso antes del divorcio, para que nuestro hijo no le quedará
un mal recuerdo de la vida matrimonial de sus padres. Para que no tuviera una
reacción negativa. Por lo menos, le quedaría saber que su padre era un esposo
que amaba a su esposa.
Estos pequeños detalles es lo que importa en una relación,
no la casa, el carro, el dinero en el banco. Crean un ambiente que crees te
llevará a la felicidad, pero en realidad, no es así!!!!
Trata de mantener tu matrimonio feliz, comparte esta
historia y quizás estés salvando un matrimonio. Todas las historias de fracaso
son iguales, se dan por vencidos cuando están a punto de entrar en éxito.
Y recuerda, "No sabemos lo que tenemos hasta que lo
perdemos".
martes, 17 de febrero de 2015
LA MENTE DE DIOS ES DIFERENTE
El único sobreviviente de un naufragio llegó a la playa
de una diminuta y deshabitada isla. Pidió fervientemente a Dios ser rescatado
y cada día escudriñaba el horizonte buscando ayuda, pero no parecía llegar.
Cansado, finalmente optó por construirse una cabana de
madera para protegerse y almacenar sus pocas pertenencias. Entonces, un día,
tras merodear por la isla en busca de alimento, regresó a su casa sólo para
encontrar su cabañita envuelta en llamas, con el humo ascendiendo hasta el
cielo.
Lo peor había ocurrido, lo había perdido todo.
Quedó anonadado de tristeza y rabia.
"¡Dios mío!, ¿cómo pudiste hacerme esto?", se
lamentó.
Sin embargo, al día siguiente fue despertado por el ruido de un barco que
se acercaba a la isla. Habían venido a rescatarlo.
"¿Cómo supieron que estaba aquí?", preguntó el
cansado hombre a sus salvadores.
-"Vimos su señal de humo", contestaron ellos.
Es fácil descorazonarse cuando las cosas marchan mal,
pero no debemos desanimarnos porque Dios trabaja en nuestras vidas aún en
medio del dolor y el sufrimiento.
La próxima vez que tu cabana se vuelva humo, recuerda
que puede ser la señal de que la ayuda y gracia de Dios viene en camino.
EL HUMO NO SIEMPRE ES SEÑAL DE DESASTRE... DIOS NUNCA
LLEGA TARDE, SIEMPRE ESTÁ PRESENTE...
NO PASES POR LA VIDA TAN RAPIDO
Imagina a la vida como un juego en el cual tú te
encuentras haciendo malabares con 5 pelotas en el aire... las nombras:
trabajo, familia, salud, amigos y espíritu... y las mantienes todas en el
aire.
Tú entiendes que la pelota del trabajo es de hule y que
si la dejas caer, regresará a ti...
Pero las otras 4 pelotas (familia, salud, amigos y
espíritu) son de cristal; si dejas caer alguna de ellas, ésta será
irremediablemente marcada, maltratada, cuarteada, dañada, o hasta rota y
jamás volverá a ser lo mismo.
Debes entender esto y lograr un balance en tu vida.
¿Cómo?
No te menosprecies comparándote con otros, todos somos
diferentes y cada uno tiene algo especial.
No traces tus metas y objetivos basado en lo que resulta
importante para la demás gente, sólo tu sabes qué es lo mejor para ti.
No des por olvidadas las cosas que se encuentran cerca
de tu corazón, aférrate a ellas como a la vida, porque sin ellas... la vida
carece de significado.
No dejes que tu vida se te resbale de los dedos viviendo
en el pasado o para el futuro, vive tu vida un día a la vez... y vivirás todos
los días de tu vida.
No te des por vencido cuando aún tengas algo que dar,
nada se da por terminado... hasta el momento en que dejas de intentarlo.
Que no te dé miedo admitir que eres menos que perfecto,
pues ésta es la frágil línea que nos mantiene unidos a los demás.
No tengas miedo a enfrentar los riesgos..., es tomando
estas oportunidades, que aprendemos a ser valientes.
La manera más rápida de recibir amor es darlo; la manera
mas rápida de perderlo es apretarlo a nosotros demasiado; y la mejor manera de
mantenerlo... es darle alas.
No pases por la vida tan rápido que no solamente olvides
de dónde vienes, sino también... a dónde vas.
Nunca olvides que la necesidad emocional más grande de
una persona es... sentirse apreciado.
No tengas miedo de aprender, el conocimiento es
liviano, es un tesoro que siempre
cargarás fácilmente.
No uses el tiempo ni las palabras sin cuidado, ninguna de
las dos es remediable La vida no es una
carrera, es una jornada para saborear cada paso del camino.
GRACIAS POR TU AMISTAD
Las personas entran en tu vida por una razón, por una
estación o por una vida entera. Cuando percibas el motivo, vas a saber qué hacer
con cada persona.
Cuando alguien está en tu vida por una razón:... es
generalmente, para llenar una necesidad que has demostrado tener... ellas
vienen para ayudarte con una dificultad, proporcionan apoyo y orientación,
ayuda física, emocional o espiritual. Podrán parecer un regalo de Diós... y lo
son!!
Entonces sin ninguna actitud errónea de tu parte o en una
hora incierta, esa persona dirá o hará alguna cosa para que la relación llegue
a su fin.
Algunas veces, esas personas... mueren. Algunas veces,
simplemente...se van. Algunas veces actúan y te fuerzan a tomar una posición...
Lo que debemos entender es que nuestras necesidades han sido
atendidas, nuestros deseos cumplidos y el trabajo de ellos hecho.Y ahora, es
tiempo de marcharse.
Cuando las personas entran en nuestras vidas por una
estación:... es porque llegó a su vez de repartir, crecer y aprender.
Ellas te traen la experiencia dela paz o te hacen reir.
Ellas te podrán enseñar algo que nunca has hecho. Ellas, generalmente, dan una
enorme cantidad de placer... Créeme!! Es REAL!!! Pero, solamente por una
estación.
Relaciones de una vida entera... Enseñan lecciones para toda
la vida. Cosas que debes construir para tener una formación emocional sólida.
Tu tarea es aceptar la lección, amar a la persona y poner en práctica lo que
has aprendido en todas tus otras relaciones y áreas de tu vida.
Paulo Coelho
domingo, 8 de febrero de 2015
EL REGALO
Un día, paseando por la calle, decidí comprarles un
regalo. En eso ví en un aparador, que vendían EL SOL.
Entré a preguntar. El precio me pareció atractivo. Y
decidí comprarlo para que tengan siempre una luz que les guíe en el camino y
una fuente de calor que mantenga cálido tu corazón.
Cuando estaba a punto de pagarlo me di cuenta de que el
sol es de todos y todos tenemos derecho a él. Sería injusto que una sola
persona lo tenga para sí, ya que todos necesitamos de una guía que nos oriente.
En otro escaparate vi en oferta: LA LUNA. Se me ocurrió
regalarles la Luna ya que es refugio de pasión de los enamorados y fuente de
inspiración de los poetas. Imaginé regalárselas para que siempre recuerden que
una persona los quiere y siempre está presente,
recordándoles cada noche y velando sus sueños que anhelen
alcanzar.
Cuando estaba próximo a pagar, analicé y pensé que, si
les regalaba la Luna, se acabarían en el mundo tantos poemas hermosos
inspirados por ella, y daría por muerto el romanticismo.
Seguí caminando y vi en otro local LAS ESTRELLAS.
Pensé en comprar una docena para hacerles un collar y
rodear tu cuello con ellas.
Cuando estaba escogiendo las más brillantes, recordé que,
si tenían un tesoro así, las personas verían en su pecho el destello de las
estrellas sin descubrir la brillantez de tu corazón.
Entonces ¿qué podría regalarles?
Finalmente vi en un carrito ambulante una Rosa y opté por
comprárselas.
Una Flor tan pequeña como frágil pero llena de Amistad.
Amistad que Iluminará tu corazon más que el sol.
Amistad que te Inspirará siempre más que la luna.
Amistad que destellará más intensamente que las
estrellas.
EL MEJOR DE LOS REGALOS ES UNA AMISTAD QUE SE ENTREGA
DESINTERESADAMENTE.
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