
Tú entiendes que la pelota del trabajo es de hule y que
si la dejas caer, regresará a ti...
Pero las otras 4 pelotas (familia, salud, amigos y
espíritu) son de cristal; si dejas caer alguna de ellas, ésta será
irremediablemente marcada, maltratada, cuarteada, dañada, o hasta rota y
jamás volverá a ser lo mismo.
Debes entender esto y lograr un balance en tu vida.
¿Cómo?
No te menosprecies comparándote con otros, todos somos
diferentes y cada uno tiene algo especial.
No traces tus metas y objetivos basado en lo que resulta
importante para la demás gente, sólo tu sabes qué es lo mejor para ti.
No des por olvidadas las cosas que se encuentran cerca
de tu corazón, aférrate a ellas como a la vida, porque sin ellas... la vida
carece de significado.
No dejes que tu vida se te resbale de los dedos viviendo
en el pasado o para el futuro, vive tu vida un día a la vez... y vivirás todos
los días de tu vida.
No te des por vencido cuando aún tengas algo que dar,
nada se da por terminado... hasta el momento en que dejas de intentarlo.
Que no te dé miedo admitir que eres menos que perfecto,
pues ésta es la frágil línea que nos mantiene unidos a los demás.
No tengas miedo a enfrentar los riesgos..., es tomando
estas oportunidades, que aprendemos a ser valientes.
La manera más rápida de recibir amor es darlo; la manera
mas rápida de perderlo es apretarlo a nosotros demasiado; y la mejor manera de
mantenerlo... es darle alas.

Nunca olvides que la necesidad emocional más grande de
una persona es... sentirse apreciado.
No tengas miedo de aprender, el conocimiento es
liviano, es un tesoro que siempre
cargarás fácilmente.
No uses el tiempo ni las palabras sin cuidado, ninguna de
las dos es remediable La vida no es una
carrera, es una jornada para saborear cada paso del camino.
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