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lunes, 8 de junio de 2015

Quiero volver a confiar

Quiero volver a confiar
Adoro mi mundo simple y común.
Tener el amor, la caridad, la solidaridad como base.
La indignación delante de la falta de ética, moral, respeto, prepotencia e injusticia.


Fui criado con principios morales comunes cuando era niño: madres, padres, profesores, abuelos, tíos, vecinos eran autoridades dignas de respeto y consideración. Cuanto más próximos o más viejos, más afecto. Inimaginable responder maleducadamente a los más ancianos, ni a maestros o autoridades. Confiábamos en los adultos porque todos eran padres, madres o familiares de todos los chicos de la cuadra, del barrio, de la ciudad. Teníamos miedo apenas de lo oscuro, de los ratones, de películas de terror.

Hoy tengo una tristeza infinita por todo lo que hemos perdido, por todo lo que los niños un día temerán, por el miedo en la mirada de los niños, jóvenes, viejos y adultos.

Quiero sacar las rejas de mi ventana para tocar las flores.

Quiero sentarme en la vereda y tener la puerta abierta en las noches de verano.

Quiero la honestidad como motivo de orgullo.

Quiero la rectitud de carácter, la cara limpia y la mirada a los ojos.

Quiero la vergüenza y la solidaridad.

Quiero la esperanza, la alegría, la confianza, la fe.

Quiero callarle la boca a quien dice "a nivel de", al hablar de una persona. ¿Qué bien trae el "tener", si se pierde el ser"? ¡Y viva, sí, viva el retorno de la verdadera vida, simple como la lluvia, limpia como un cielo de abril, leve como la brisa de la mañana! Y definitivamente, común, como yo.

Adoro mi mundo simple y común. Tener el amor, la caridad, la solidaridad como base. La indignación delante de la falta de ética, de moral, de respeto, de prepotencia e injusticia.

¿Vamos a volver a ser "gente"? Tenemos una misión, única en nuestra sociedad actual: construir un mundo mejor, más justo, donde las personas respeten a las personas. ¿Utopía? No..., ¿sí?, ¿quién sabe?... Hoy es día para hacer el intento, es el día para marcar la diferencia.


P. Dennis Doren LC

EN LAS MANOS DE DIOS

Aunque me tapo los oídos con la almohada y gruño de rabia cuando suena el despertador... gracias a Dios que puedo oír...Hay muchos que son sordos.

Aunque cierro los ojos cuando, al despertar, el sol se mete en mi habitación... gracias a Dios que puedo ver... Hay muchos que son ciegos.

Aunque me pesa levantarme y pararme de la cama... gracias a Dios que tengo fuerzas para hacerlo... Hay muchos postrados que no pueden.

Aunque regaño porque no encuentro mis cosas porque los niños hicieron un desorden... gracias a Dios que tengo familia... Hay muchos solitarios.

Aunque la comida no estuvo buena y el desayuno fue peor... gracias a Dios que tengo alimentos... Hay muchos con hambre.

Aunque mi trabajo es monótono y rutinario... gracias a Dios que tengo ocupación... Hay muchos desempleados.


Aunque no estoy conforme con la vida, peleo conmigo mismo y tengo muchos motivos para quejarme... gracias a Dios por la vida.

LUTO CORAZON

No hay nada más difícil que despertar cada mañana recordando que quien tanto has amado ha muerto, que se ha ido para siempre. No sabes cómo enfrentar la soledad, no sabes qué pasará con tu vida, pues nunca te esperas que de la noche a la mañana puedas perder a quien tanto amas.

Luto por tu muerte, luto por tu marcha, luto por tu fallecimiento

“Éramos muy felices, nuestras charlas eran de grandes y pequeñas cosas, todo parecía tener importancia para ti, y así me lo transmitías. Tenías bondad para todo aquel que te necesitaba, hoy es muy triste saber que ya no estás. No sé cómo podré superar tu muerte, ni si podré lograrlo… Dicen que poco a poco se superan las etapas del luto, pero yo ahora sólo quiero llorar cuando te recuerdo.”

La experiencia que se vive tras la partida de alguien cercano y amado es algo muy complicado, y mucho más si no lo tenías previsto.

¿Pero quién es dueño de la vida? Sólo Dios.
Solamente Dios sabe el porqué de las cosas.

 Lo primero que te pasa por la cabeza es no aceptar el hecho de que ha fallecido. Crees que es un sueño, que mañana despertarás con la buena noticia de que está ahí, al otro lado de la línea de teléfono, dispuesto a hablar contigo para que no te preocupes más…

Es especialmente desolador cuando alguien muere y no has tenido tiempo de abrazarle, tiempo de despedirte y de decirle cuánto le amabas. Pero gracias a Dios, sientes el consuelo de que aunque no se lo pudiste decir del modo que lo harías ahora, ya se sabía amado por ti. Sabes, que aunque pudiese pasar mucho tiempo sin saber el uno del otro, había un fuerte lazo de amor que te llevaba a presentirlo aún sin verlo.

Hay luto en mi corazón. Me cuesta aceptar tu muerte, quiero creer que es un sueño, que mañana despertaré y tú estarás aquí. ¿Por qué te fuiste tan pronto? No me diste tiempo a decirte todo cuanto te amé.

 Después de aceptar que ya no está, que ha muerto, vienen las lágrimas ¡y muchas! El corazón se te cae a pedazos, no sabes cómo comenzar el día, cada vez es más fuerte el dolor y menor la comprensión de las personas que te rodean porque nadie puede entender que no importa lo vivido entre los dos, no hay consuelo posible.

Perder a un ser amado es muy duro, es casi cotidiano leer y escuchar sobre la muerte de otras personas, pero jamás piensa que un día llegue a ser algo tan cercano y personal. No hay un dolor más grande que el de perder a un ser amado, nada más duro que encontrarte llorando cada amanecer sin saber cómo detener las lágrimas. Tu pecho se oprime y los días se hacen cada vez más lentos y grises.


Pero los que somos cristianos sabemos que la muerte no es el último paso que daremos. Quien falleció está con nuestro Señor, y desde allí nos enviará toda su paz. Dios nos dará todo cuanto necesitemos, los que vivimos en el camino del Señor, sabemos y creemos en la vida eterna. Y esa es la esperanza que tenemos, que un día volveremos a verle y nuestro encuentro será mucho más lindo.

Hoy comprendo el dolor de la pérdida. Aún no logro aceptarlo, pero de a poco lograré caminar sabiendo que está sentado en la mesa del Señor, ¿qué gran privilegio, verdad?

Hoy sólo queda esperar que el tiempo haga lo suyo y traiga paz, porque mientras permanezca en nuestro corazón y mente, su marcha sólo habrá sido en cuerpo. Pues estará siempre en cada rosa del jardín, en cada copo de nieve que cae, en cada gota de lluvia que se pose sobre mí… siempre estará.

Cada vez que nombremos a esa persona seguro que estará mirando y deseando que estemos bien, que no le lloremos, pues estará en paz con Dios y mucho más con todos lo que amó…

Absorberemos el dolor pero también le daremos alas para que vuele en paz.


Dios nos cuide y de fuerzas ante la adversidad.

viernes, 22 de mayo de 2015

HERMOSAS ROSAS











ENTRE EL AMOR Y LA LOCURA

Cuenta la historia que una vez se reunieron en un lugar de la tierra, todos los sentimientos y cualidades de los seres humanos.
Cuando el Aburrimiento había bostezado por tercera vez, la Locura, tan loca como siempre, les propuso: - ¿por qué no jugamos al escondite?
La Intriga levantó la ceja intrigada y la Curiosidad sin poder contenerse preguntó: ¿Qué es eso? ¿Y cómo lo haremos?
Es un juego-explicó la Locura-en el que yo me tapo los ojos y comienzo a contar desde uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden. Cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes a quien encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
El Entusiasmo y la Euforia bailaban y saltaban, al igual que Alegría y terminaron por convencer a la Duda, e incluso a la Apatía, a la que nunca le interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar, la Verdad prefirió no esconderse, ¿para qué? si al final, a la corta o a la larga, siempre la encuentran. La Soberbia opinó que era un juego tonto, aunque en realidad lo que le molestaba, era que la idea no se le había ocurrido a ella.
La Cobardía prefirió no arriesgarse y entonces, la Locura comenzó a contar, uno. . . dos. . . tres. . .
La primera en esconderse fue la Pereza que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino.
La Fe subió al cielo y la Envidia se escondió tras la sombra del Triunfo que, con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos. ¿Un lago cristalino? ideal para la Belleza; ¿la hendidura de un árbol? perfecto para la Timidez; ¿una ráfaga de viento? magnífico para la Libertad. Así que terminó por ocultarse en un rayito de sol.
El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde un principio; ventilado, cómodo, pero sólo para él.
La Mentira se escondió en el fondo del océano ¡Engaño!, lo cierto es que se escondió detrás del arco iris) y la Pasión y el Deseo en el centro de un volcán. El Olvido...no recuerdo dónde se escondió. Y así, uno tras otro fueron encontrando su lugar ideal.
Cuando la Locura contaba 999.999, el Amor aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado. Hasta que de pronto divisó un rosal y enternecido, decidió esconderse entre sus flores.
La Locura llegó al millón y empezó a buscar. La primera que encontró fue a la Pereza, sólo a tres pasos de una piedra. Luego escuchó vibrar los volcanes y encontró a la Pasión y el Deseo.
En un descuido encontró a la Envidia y pudo deducir fácilmente dónde estaba el Triunfo.
De tanto caminar, la Locura sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la Belleza; allí al lado encontró sentada en la orilla del lago a la Duda, aún sin decidir dónde esconderse.
Así fue encontrando a todos, el Talento entre las hierbas frescas, la Angustia en una cueva oscura, a la Mentira detrás del arco iris (¡falso!, ella se había escondido en el fondo del océano). Y hasta el Olvido, que ya se había olvidado que estaba jugando, fue encontrado. Sólo el Amor no aparecía por ningún lado.
La Locura buscó detrás de cada árbol, en cada arroyo, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencida divisó un rosal, tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas. De pronto un doloroso grito se escuchó.
Las espinas habían herido los ojos de Amor, la Locura no sabía qué hacer para disculparse, lloró, rogó, pidió perdón, imploró y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces, desde la primera vez que se jugó al escondite en la tierra:

"El Amor es ciego y la Locura siempre lo acompaña"

LOGRAR LA PAZ INTERIOR

 Es difícil lograr la paz interior en medio del ajetreo del día a día, requiere mucho trabajo y disciplina… pero es muy necesario. Para poder seguir adelante con nuestras vidas debemos aceptar aquellas dificultades que la vida nos presenta y encontrar soluciones a nuestros problemas, es decir, debemos tratar de tener esa paz, ese minuto con nosotros mismos.

Hay momentos de la vida en las que pensamos que nos vendría bien un nuevo comienzo, pero a la hora de la verdad nos damos cuenta de que no es tan fácil: tenemos cansancio, tristeza, las cosas no han salido como planeábamos… Cuando ya se tiene una vida, no es fácil cambiarla y muchas veces realizar cambios se nos hacen irrealistas. Pero no por ello debemos conformarnos y detenernos: tenemos que encontrar el modo de seguir adelante logrando la paz que tanta falta nos hace.

Encontrar paz

Para ello, debemos poner prioridades y tratar de vivir vidas tranquilas… y ¿cómo se logra esa paz? Solamente pagando lo que debemos, aunque nos quedemos sin un chelín, lo que nos hemos endeudado es nuestra culpa. Ahora es momento de enfrentarnos a los hechos, y eso nos hará libres de alguna manera…

En cuanto a nuestra vida personal, tal vez teníamos sueños, esperanzas de estar con nuestro amado, pensábamos que ya no tendríamos que vivir en lejanía, pero por esas mismas dificultades aún seguimos amando en la distancia, viviendo esos amores tan sufridos y soñados… Pero pese a que las relaciones son así de imperfectas, no dejamos de tenerlas, ni queremos dejar de tenerlas, ¿verdad?

Entonces, si sientes que ese amor tan lejano te llena la vida debes seguir manteniendo la esperanza que un día llegará un buen final, aquel final con el que tanto sueñas… Así es el amor de Internet.

¿Estás en una situación difícil?
¿No sabes qué harás para arreglar ese problema que tienes? Necesitas lo que te digo: un tiempo de reflexión. Un tiempo para saber qué deseas realmente. Hay problemas que necesitan más que unos pocos minutos para pensar, necesitan de mucho tiempo, y más aún si estás reflexionando acerca de lo que harás con tu vida. Aprende a amainar las tempestades.

Hay que aprender a enfrentar los problemas.
Aceptar las cosas como están es una de las claves necesarias para poder llegar a un buen final.

Debemos tener paz y cautela, no herir a quien nos da su amistad, al menos intentarlo. Porque a mí misma me ha pasado, y por nada del mundo quisiera que alguien se sintiese mal por alguna situación mía; y sí, he logrado que más de una llegue a sentir que no soy una buena amiga, y eso es muy triste, las piedras del camino a veces es difícil patearlas y dejarlas de lado, pero hay que intentarlo.

En eso consiste la vida, en tratar de estar en paz con nosotros mismos para poder dar paz a los que nos rodean.

Recuerda que sobre tu vida sólo mandas tú.
Y eres tú quien decidirá tu vida y futuro. Sobre tu vida mandas tú, y nadie más que tú.

Actuemos cautelosamente cuando hablamos de otras personas, pues sin quererlo podemos llegar a herirles. Tratemos de ser buenos amigos, y de hablar sin miedo con nuestras parejas.

Concédele a tu vida un minuto de paz. Siente la libertad de hablar sin temor a las críticas, acéptate tal como eres, con todas tus virtudes y defectos, que sólo así podrás amar a tus semejantes.

Dale a tu vida su minuto de paz.


11 de Enero, 2008, Autor: Shoshan

EL VUELO DEL HALCON

Un rey recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.

Pasados unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía qué le sucedía: no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.

El rey mandó llamar a todo tipo de personas para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacerlo volar.

Encargó entonces la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió.

Al día siguiente, por la ventana el monarca pudo observar que el ave aún continuaba inmóvil.

Entonces decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón.

A la mañana siguiente vio al halcón volando ágilmente por los jardines.

El rey le dijo a su corte, "Traedme al autor de ese milagro". Su corte rápidamente le presentó a un campesino.

El rey le preguntó:
- ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago?

Intimidado el campesino le dijo al rey:
- Fue fácil mi rey. Sólo corte la rama y el halcón voló.
- Se dio cuenta que tenía alas y se largó a volar.

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¿A qué estás agarrado que te impide volar? ¿De qué no te puedes soltar?


Deja de aferrarte a tu propia rama... Vuela alto y lucha por tus sueños !...