https://eljardindelassreflexiones.blogspot.com/2020/05/prueba.html EL JARDIN DE LAS REFLEXIONES

jueves, 3 de julio de 2014

TENGO DEFECTOS

Puedés tener defectos, vivir ansioso y estar irritado
algunas veces, pero no te olvides de que tu vida es
la mayor empresa del mundo. Solo tu puedés evitar
que ella vaya en decadencia.


Hay muchas personas que te precisan, admiran y te quieren.

Recuerda siempre que ser feliz no es tener un cielo
sin tempestades, caminos sin accidentes, trabajos sin
cansancio, relaciones sin decepciones.

Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón,
esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo,
amor en los desencuentros.

Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa,
sino también reflexionar sobre la tristeza.

No es apenas conmemorar el suceso,
sino aprender lecciones en los fracasos.

No es apenas tener alegría con los aplausos,
sino encontrar alegría en el anonimato.

Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida,
a pesar de todos los desafíos, incomprensiones y
períodos de crisis.

Ser feliz no es una fatalidad del destino,
sino una conquista de quien sabe viajar
para dentro de su propio ser.

Ser feliz es dejar de ser víctima de tu problemas y
volverse el actor de tu propia historia.

Por encima de todo, se el heroe de tu vida,

no la víctima.

ESTOY CONTIGO

Estoy contigo son dos frases que formaran una oración
para ser parte de tu vida, de una amistad, de un amor,
de una relación familiar,

Estoy contigo lo oímos desde que nacemos y
nuestra madre nos acurruca y nos dice
con voz tenue no temas “ estoy contigo “,
cuando vamos al primer día a la escuela
también oímos de nuestros padres
“ estoy contigo “.

Cuando encontramos un verdadero amigo y
tenemos un problema, una tristeza nos dice
“ estoy contigo”,

Cuando llega el amor a nuestra vida y nos dice
“estoy contigo”; cuando pensamos que vamos a caer,
alguien nos dice “estoy contigo”.

Oímos centenares, miles de palabras,
pero es indudables que muchas se quedan
grabadas en nuestra mente y en nuestra vida y
convivimos con ellas cada día, con sus significados
buenos y malos, en nuestros corazones albergamos
las más hermosas y que representas etapas muy
importantes.

Por eso no debemos dejar que el viento se lleve
las palabras, sobre todo aquellas que en su momento
dichas, dejan alegrías y tristezas.

Debemos pensar mucho antes de decir algo
para no herir, no hacer daño porque tampoco
puedes recoger las palabras que soltaste.

Las palabras son siempre las que rompen el hielo
para comenzar a conocer alguien, cuantas palabras
guardamos porque en su momento de oírlas las
necesitábamos como: “Te amo”, “Estoy contigo”,
“Sabes cariño te extraño”,
“ Que bueno que estas a mi lado”.
 
Y si están conectadas con cariño, honestidad,
lealtad, amor incondicional llegan como bendiciones,
suenan súper bien, es tan fácil ser feliz uno y a otros,
solo con detalles y palabras, enseñando lo verdadero y
lo hermoso que eres, tu chispa divina , tu niño interno .

Se amable contigo, con los demás,
ten siembre en tus labios una sonrisa
acompañada de una palabra verdadera, sincera,
deja tu huella, cuando una persona graba todo
en sus recuerdos nunca se olvidara de ti,
siempre estarás en su recuerdo como existencia viva.
No dejes que el viento se lleve tus palabras,

siembra con ella un jardín de recuerdos.


NO JUSGUEZ

A veces nos tardamos unas horas, unos días, algunos meses,
O toda la vida en bajar el dedo y dejar de señalar a alguien.. Cuando hacemos conciencia de que usamos un solo dedo para señalar a un hermano, y tres para señalarnos a nosotros mismos... la perspectiva cambia.

Me llego este escrito y lo comparto con ustedes.

Con cariño.

No juzgues a tu hermano, compañero de viaje…
Por más que su conducta te pareciera cruel…,
¡Que sobre el escenario, no es más que un personaje…,
Actuando –como todos-, su pequeño papel…!

No juzgues a tu hermano…ni aún con el pensamiento…
¿Qué sabes de las causas que lo hacen ser así…?
¿Calzaste sus zapatos…aunque sea un momento…?

No juzgues a tu hermano…cuando por inconsciente,
Se estrella en su vacío de acrobacia sin red…;
Él también –a su modo-, va buscando la Fuente…
¡Que del agua que calma todos tenemos sed…!

No juzgues a tu hermano…y si eso te costara,
Pedirle a tu Yo Grande que expanda tu visión…:
Comprenderás entonces, al mirarlo a la cara,
¡Que somos pulsaciones de un mismo corazón…!

…si pelearas las luchas de aquel a quien condenas…,
…si sufrieras su angustia…y su dolor insano…,
…si arrastraras sus mismos grilletes y cadenas…,
también tu exclamarías: “¡No juzgues a tu hermano…!”.


Autor: Jorge Oyhanarte

SALVEMOS A LAS MUJERES

Tomen de acá mis pocos conocimientos sobre la fisiología de la feminidad, con el fin de que preservemos los raros y preciosos ejemplares que todavía quedan:

1.       Hábitat:
La mujer no puede vivir en cautiverio. Si está enjaulada, huirá o morirá por dentro. No hay cadenas que las aten y las que se someten a la jaula pierden su DNA. Usted jamás tendrá la posesión sobre una mujer; lo que la va a atar a usted es una línea frágil que necesita ser reforzada diariamente.

2. Alimentación correcta:

Nadie vive de la brisa. Mujer vive de cariño. Déle en abundancia. Es cosa de hombre, y si ella no lo recibe de usted, lo buscará en otro. Besos matinales y un “yo te amo” al desayuno las mantienen bellas y perfumadas durante todo el día. Un abrazo diario es como el agua para los helechos. No la deje deshidratarse. Por lo menos una vez al mes es necesario, si no obligatorio, servirle un plato especial.

3. F l o r e s:

También hacen parte del menú. Mujer que no recibe flores se marchita rápidamente y adquiere rasgos masculinos como la brusquedad y el trato áspero.

4. Respete la naturaleza:

¿No soporta la TPM (tensión pre-menstrual)? Cásese con un hombre. Las mujeres menstrúan, lloran por cualquier cosa, les gusta hablar de cómo les fue en el día, de discutir sobre la relación. Si quiere vivir con una mujer, prepárese para eso.

5. No restrinja su vanidad:

Es propio de la mujer hidratar las mechas, pintarse las uñas, echarse labial, estar todo un día en el salón de belleza, coleccionar aretes, comprarse muchos zapatos, pasar horas escogiendo ropas en un centro comercial. Comprenda todo esto y apóyela.

6. El cerebro femenino no es un mito

Por inseguridad, la mayoría de los hombres prefiere no creer en la existencia del cerebro femenino. Por ello, buscan aquellas que fingen no tenerlo (y algunas realmente lo jubilaron). Entonces, aguante: mujer sin cerebro no es mujer, sino un simple objeto decorativo. Si usted está cansado de coleccionar estatuillas, intente relacionarse con una mujer.

Algunas le mostrarán que tienen más materia gris que usted. No les huya, aprenda con ellas y crezca. Y no se preocupe; al contrario de lo que ocurre con los hombres, la inteligencia no funciona como repelente para las mujeres.

7. No haga sombra sobre ella…
 
Si usted quiere ser un gran hombre tenga una mujer a su lado, nunca atrás. De esa forma, cuando ella brille, usted se bronceará. Sin embargo, si ella está atrás, usted llevará una patada en el trasero.

8. Acepte:

Mujeres también tienen luz propia y no dependen de nosotros para brillar. El hombre sabio alimenta los potenciales de su compañera y los utiliza para motivar los propios. Él sabe que, preservando y cultivando la mujer, él estará salvándose a sí mismo.

Mi amigo, si usted piensa que la mujer es demasiado costosa, vuélvase GAY.


¡Sólo tiene mujer quien puede!

TUS PENSAMIENTOS

Tus pensamientos son las causas primarias de las condiciones de tu vida.

Todo lo que forma parte de tu experiencia ha comenzado con alguna forma de
pensamiento, ya sea tuyo o de alguien más.

Todo lo que eres o llegues a ser, será el resultado de tu modo de pensar.
Si cambias la calidad de tu pensamiento, cambiarás la calidad de tu vida.
El cambio de tu experiencia exterior traerá consigo el cambio de tu
experiencia interior. Recogerás lo que has sembrado. Ahora mismo lo estás
haciendo.

Lo hermoso de esta ley inmutable es que incorporándola a tus esquemas
mentales podrás tener un control completo de tu pensamiento, de tus
sentimientos y de tus resultados. Mediante la aplicación de la ley de causa
y efecto, te pondrás tú mismo en armonía con la ley de control.
Inmediatamente te sentirás mejor y más satisfecho contigo mismo.

Cualquier aspecto relativo al éxito o fracaso en tu vida puede ser
interpretado con arreglo a esta ley básica. Si siembras las causas
adecuadas, cosecharás los efectos deseados. Si tratas bien a los demás,
ellos te tratarán bien a ti. Siempre sacarás de la vida lo que inviertas en
ella y, da la casualidad, que eres precisamente tú quien lleva el control de

las inversion.


TODO TIENE UNA RAZON

Algunas veces las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa porque debe de ser así para servir un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quienes somos en realidad, para enseñarnos lo que deseamos alcanzar.


 Tú no sabes quienes son estas personas, pero cuando fijas tu ojos en ellos sabes y comprendes que ellos afectarán tu vida de una manera profunda.


Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que si no superas estas cosas nunca hubieras realizado tu potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón. Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte... enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterias, todo ocurre para probar los límites de tu alma. Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave y lisa. Una carretera directa sin rumbo a ningún lugar, plana cómoda y segura, más empañada y sin razón.

 La gente que conoces afectan tu vida, las caídas y los triunfos que tú experimentas crean la persona que eres. Aún se puede aprender de las malas experiencias. Es más, quizas sean las más significativas en nuestras vidas.

 Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón le das las gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar, la confianza y a tener más cuidado de a quien le abres tu corazón.



Si alguien te ama, ámalos tu también no porque ellos te aman sino porque te han enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida. Haz que cada día cuente y aprecia cada momento además de aprender de todo lo que puedas, porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de aprender lo que tienes que aprender de este momento. Entabla una conversación con gente que no hayas dialogado nunca y actualmente escúchalos y presta atención.

 Permítete enamorarte, liberarte y poner tu vista en un lugar bien alto. Manten tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho de hacerlo. Repítete a ti mismo que eres un individuo magnífico y créelo, sino crees en ti mismo nadie más lo hará tampoco.


 Crea tu propia vida, encuéntrala y luego vívela....

LOS PEQUEÑOS DETALLES


El alumno, según él, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara. Se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y concentración durante un rato. Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles.
Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá. Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado notablemente.

El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime. Casi con reverencia le dijo al maestro:
¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?
Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.

Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles.
Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día. Un ave que canta, una flor que se abre, el beso de un hijo en nuestra mejilla, son ejemplos de pequeños detalles que al sumarse pueden hacer diferente nuestra existencia.

Todas las relaciones -familia, matrimonio, noviazgo o amistad- se basan en detalles. Nadie espera que remontes el Océano Atlántico por él, aunque probablemente sí que le hables el día de su cumpleaños. Nadie te pedirá que escales el Monte Everest para probar tu amistad, pero sí que lo visites durante unos minutos cuando sabes que está enfermo.

Hay quienes se pasan el tiempo esperando una oportunidad para demostrar de forma heroica su amor por alguien. Lo triste es que mientras esperan esa gran ocasión dejan pasar muchas otras, modestas pero significativas. Se puede pasar la vida sin que la otra persona necesitara jamás que le donaras un riñón, aunque se quedó esperando que le devolvieras la llamada.

Se piensa a veces que la felicidad es como sacarse la lotería, un suceso majestuoso que de la noche a la mañana cambiará una vida miserable por una llena de dicha. Esto es falso, en verdad la felicidad se finca en pequeñeces, en detalles que sazonan día a día nuestra existencia.
Nos dejamos engañar con demasiada facilidad por la aparente simpleza. NO desestimes jamás el poder de las cosas pequeñas: una flor, una carta, una palmada en el hombro, una palabra de aliento o unas cuantas líneas en una tarjeta. Todas estas pueden parecer poca cosa, pero no pienses que son  insignificantes.

En los momentos de mayor dicha o de mayor dolor se convierten en el cemento que une los ladrillos de esa construcción que llamamos relación. La flor se marchitará, las palabras quizá se las llevará el viento, pero el recuerdo de ambas permanecerá durante mucho tiempo en la mente y el corazón de quien las recibió.

¿Qué esperas entonces? Escribe esa carta, haz esa visita, levanta el teléfono. Hazlo ahora, mientras la oportunidad aún es tuya. NO lo dejes para después por parecerte poca cosa. En las relaciones no hay cosas pequeñas, únicamente existen las que se hicieron y las que se quedaron en buenas intenciones...