Un grupo de ex estudiantes, ya muy establecidos en sus carreras, se reunió para visitar a su viejo profesor de la Universidad. La conversación se concentró en quejas sobre el estrés en el trabajo y la vida. Al ofrecerles café a sus visitas, el profesor fue a la cocina y regresó con un termo de café y una gran variedad de tazas: de porcelana, plástico, vidrio, cristal, algunas comunes, algunas caras, algunas exquisitas – y les pidió que se sirvieran el café caliente. Cuando todos los estudiantes tenían su taza en mano, el profesor dijo: – “Si se han fijado, todas las tazas bonitas y caras han sido tomadas, dejando atrás las comunes y baratas. Aunque es normal que quieran sólo lo mejor para ustedes, ése es el origen de sus problemas y estrés. Lo que en realidad querían era café, no la taza, pero conscientemente tomaron las mejores tazas y las estuvieron comparando con las tazas de los demás. -”Fíjense bien –prosiguió-: La Vida es el café, pero sus trabajos, el dinero y su posición social son las tazas. Las tazas son sólo herramientas para sostener y contener Vida, pero la calidad de la Vida no cambia. ”A veces –concluyó-, al concentrarnos sólo en la taza, dejamos de disfrutar el café que hay en ella. Por lo tanto, no dejes que la taza te guíe… Mejor goza el café”.
Bienvenidos a este bello espacio donde encontras muchas reflexiones, flores, rosas, arreglos florales y mucha paz
domingo, 4 de octubre de 2015
viernes, 18 de septiembre de 2015
CARTA DE UNA MADRE SOLTERA
Una joven de 19 años es abandonada por el papá de su
bebé, al enterarse de que está embarazaba. Ella decide cambiar su vida de
adolescente, para convertirse en toda una adulta. En el proceso descubre lo
maravillosa que es su vida y le agradece a ese hombre. No podrás dejar de leer
estas palabras. Admirable todas y cada una de las mamás que han vivido esta
situación.
Sé que podría haberte enviado esto por correo electrónico
o a través de una carta, pero también sé quién eres y me doy cuenta de que las
posibilidades de que te des el tiempo para leer algo son muy pocas y
prácticamente nulas. Sin embargo, sin importar si te das el tiempo para
sentarte y leer esto o no, me gustaría darte las gracias. Gracias por todo lo
que has hecho y gracias por todo lo que me has dado.
Ahora, si te conozco de la forma que creo hacerlo,
probablemente te estás preguntando por qué te doy las gracias. Después de todo,
me abandonaste ¿recuerdas? Pero eso es exactamente por lo que te agradezco. Al
haberme abandonado de la forma que lo hiciste, me has dado muchas cosas. Déjame
explicarlo.
La mayoría de las personas a los 19 años se divierten y viven
su vida universitaria al máximo. Mis amigas hablaban de chicos con los que
querían salir, fiestas en las que habían bailado con demasiadas personas y
noches en las que bebían tanto que no recordaban nada después. Solía
envidiarlas, solía tener celos.

Dejando eso de lado, he aceptado que hayas decidido no
ser parte de la vida de nuestra hija después de haber estado tres años juntos y
me abandonaras al saber que estaba embarazada. Solía odiarte por ello. Pero me
gustaría agradecerte porque al abandonarme, me diste la posibilidad de
experimentar la felicidad de criar a nuestra hija y eso es algo que no tengo
como pagarte.
Gracias por dejarme darle a nuestra hija el amor y el
afecto suficientes como para que no se diera cuenta de tu ausencia. Gracias por
haberle dado esos ojos café oscuro que miro antes de que se duerma todas las
noches. Gracias por haberte ido en el momento en el que lo hiciste, porque
ambos sabemos que igual nos hubieras dejado tarde o temprano y de esta manera
ella no supo que era tenerte sólo para luego sufrir con tu ausencia. Gracias
por darme una gran historia para contarle cuando sea hora de hablarle de sexo,
para decirle que acostarte con alguien no hará que te ame más y que embarazarte
no hará que se quede contigo. Puede que me sienta mal con sólo escuchar tu
nombre, pero no hay día en el que no te agradezca haber hecho posible que ella
existiera.
Pero más importante aún: gracias por forzarme a crecer.

Gracias por hacerme reevaluar mis prioridades, por
permitirme entender que Whisky con Coca Cola es el trago de mi pasado y que los
jugos son mi futuro. Gracias por permitirme comprender que escuchar a una
pequeña niña hablarme siempre le ganará al sonido de un DJ en una fiesta
universitaria. Gracias por enseñarme que miles de pañales sucios son más
preferibles a despertarte solo y con el vomito de la noche anterior.
Me hiciste crecer, me permitiste ver no sólo que podía
ser una mamá increíble, sino que también podía ocupar el rol de padre. Ser
madre soltera ha sido uno de mis logros más grandes porque me ha demostrado que
soy capaz de cualquier cosa. A veces extraño la vida que solía tener, la que
compartía contigo. Pero luego la realidad me golpea, y la pequeña niña que ni
siquiera quisiste conocer me mira y me sonríe. No me puedo imaginar no tenerla
y no la cambiaría por nada del mundo. A los 19 estaba asustada, y sabía que tú
también, pero yo no escapé. En vez de deshacerme de la situación, seguí
adelante y superé los obstáculos que se me presentaron. Un día, cuando sea
mayor y entienda mejor las cosas, se dará cuenta que fui yo quien la crió, que
fui yo quien se sacrificó.
Así que gracias por seguir con tu vida y ser el ser
humano egoísta del que mi padre siempre me advirtió. Nuestra relación nunca fue
un cuento de hadas, pero al menos conseguí tener una pequeña princesa. De
alguna forma, me diste mi propio cuento de hadas, una vida llena de felicidad y
un ‘y fueron felices para siempre’ con mi hija. Me has enseñado que a veces el
príncipe azul no es quien salva a todos y te hace feliz: A veces el príncipe
azul es una pequeña niña con un lazo en su cabello que te dice ‘mami’.
jueves, 10 de septiembre de 2015
NOVIOS JAJAJA
Yo dije QUÉEEE?????
Entonces me dijo las palabras mágicas:
"Es que no sabes conectarte con mis necesidades
emocionales como mujer".
NO JODAAAAASSSS. Bueno me levanté, guardé los aceites,
apagué las velas, quité el CD de Alejandro Sanz. Me metí a bañar con agua bien
fría para tratar de calmar a la bestia.
Al día siguiente fuimos de compras al centro comercial y
me dijo que le hacían falta algunas cosas. Yo le dije "agarra lo que
quieras" y agarró 5 vestidos, 4 pares de zapatos, sostenes, pantalones,
faldas, zapatos de goma. Ropa para jugar tenis (Una mujer que no sabe ni
correr) Chaquetas con plumas, carteras.. Estaba emocionada.
Le dije ... "¿sólo eso? agarra TODO lo que
quieras!!! esa mujer estaba excitada
sexualmente. Me dice otras palabras mágicas. "Ven papito lindo",
"mi gordo hermoso" y muchas otras tonterías que dicen ellas......
Luego vamos a la caja a pagar. Y fue allí cuando faltando una persona le dije.
"No mi amor, creo que ahorita no tengo ganas de comprar eso".
Le hubieran visto la cara! se quedó pálida cuando dije;
"tan solo quiero que me abraces". Puso cara de desmayo, se le
paralizó la parte izquierda del cuerpo. Le dio un tic nervioso en el ojo
derecho. Le empezaron a salir unas manchas rojas en la cara. Y le dije :
"Es que NO sabes conectarte con mis necesidades financieras como
hombre".
Jajajajaa
LA VIUDA
Apenas entraron en el pueblo más cercano, el tiempo
empezó a ponerse mal. El cielo se oscureció, empezó a soplar un fuerte viento,
totalmente inesperado para esa época del año y las primeras gotas de aguanieve
acompañadas por el fuerte viento sacudieron el vehículo.
En pocos minutos el temporal fue tan fuerte, que era
imposible continuar con su viaje.
Sin saber muy bien que hacer, de pronto vieron a lo lejos
las tenues luces de una casa. Sin dudarlo, abandonaron la carretera y tomando
un camino de tierra, enfilaron hacia la casa para pedir refugio.
Cuando llamaron a la puerta salió a recibirlos una mujer
con los cabellos rubios ensortijados y húmedos, que aunque estaba vestida con
unos pantalones de trabajo y un chaquetón demasiado grande para ella, no podía
ocultar su esbelta figura. Era una mujer realmente hermosa.
Los hombres tímidamente le pidieron ayuda para poder
refugiarse de la tormenta que ya les estaba azotando.
La mujer con una expresión dubitativa, les dijo: -Si es
cierto, veo que esta noche vamos a tener una fuerte tormenta. Lo siento mucho,
no puedo recibirlos en casa. Hace pocas semanas que falleció mi esposo y vivo
sola. Si los dejo entrar temo que la gente hable de más y es algo que no deseo,
ni me conviene.
-No se preocupe señora, dijo Francisco, entendemos su
situación y no queremos causarle problemas. Quizás podría dejar que entremos
con la camioneta en la caballeriza, y que nos refugiemos allí hasta que pase la
tormenta. Nos iremos a primera hora de la mañana.
La señora aceptó, Francisco y Carlos se dirigieron al
lugar y se acomodaron para pasar la noche. Por la mañana comprobaron que el
tiempo había aclarado y al ver que en la casa estaba todo en silencio, con las
ventanas cerradas, parecía no haber movimiento, se fueron y continuaron con su
viaje.
Pasaron el fin de semana esquiando y disfrutando de las
montañas, de la nieve, el paisaje y la compañía.
Nueve meses después, Francisco recibió una carta
certificada enviada por un estudio jurídico. Después de pensar de quién podía
tratarse, se dio cuenta que era de los abogados de aquella atractiva viuda que
habían conocido aquel fin de semana, cuando fueron a esquiar a las montañas.
Subió a su camioneta y se fue a casa de su amigo Carlos.
-Carlos, quiero saber algo, le dijo: ¿Te acuerdas de
aquella viuda tan agradable y hermosa que nos permitió refugiarnos en la
tormenta?
-Sí, me acuerdo, respondió de inmediato Carlos. Dime,
aquella noche, mientras dormíamos en la camioneta ¿tu fuiste a la casa a verla?
Un poco nervioso Carlos confesó: -Sí Francisco, lo hice.
-¿Por casualidad le diste mi nombre, haciéndote pasar por
mí y le diste mi dirección como si fuera la tuya? preguntó Francisco con voz
incrédula.

-Si, ello murió el mes pasado y me ha dejado toda su
fortuna. Gracias por darle mi tarjeta.
“Seguramente al leer esta historia pensaste que el final
iba a ser diferente, lo mismo me ocurrió a mí, pero este relato nos muestra la
fragilidad de nuestros pensamientos, lo que sucede con las mentiras y como a la
largo del tiempo, la vida premia a las personas honesta”
EL ABORTO

¿Recomendarías el aborto en esta situación?
Si tu decisión es afirmativa, hubieras evitado que el
mundo conociera a Ludwig Van Beethoven.
Un hombre blanco viola a una niña negra de 13 años y ésta
queda embarazada. Si fueras el padre de esta joven.
¿Le recomendarías el aborto?
Si tu decisión es afirmativa, jamás hubiera nacido Ethel
Walters, una de las cantantes negras más famosas de toda la historia.
Un predicador y su esposa con graves problemas económicos
(son realmente pobres) ya tienen 14 hijos. Considerando su extrema pobreza.
¿Recomendarías que la esposa abortara su decimoquinto
hijo?
Si tu decisión es afirmativa, el mundo no hubiera podido
escuchar a John Wesley, uno de los predicadores más grandes de todos los
tiempos.
Una joven está embarazada; no está casada y su prometido
no es el papá del niño que está esperando.
¿Le recomendarías que abortara?
Si tu decisión es afirmativa, hubieras impedido que María
trajera al mundo el regalo más precioso de toda la humanidad: «JESÚS»
SOY MUJER
Soy mujer cuando quiero superarme aunque ya parezca
tarde.
Soy mujer cuando leo un libro y no tengo tiempo de
terminarlo.
Soy mujer cuando tengo que lavar toda la ropa pero no
quiero doblarla.
Soy mujer cuando me quiero cambiar el color de cabello,
pintarme las uñas de rojo, hacerme un facial o ponerme unos tacones altos.
Soy mujer cuando me paso horas en el teléfono escuchando
de mis amigas con sus problemas amorosos o que están cansadas de la rutina de
todos los días, de sus nuevos amores y de sus decepciones… ¡como si no fuera
suficiente con las mías propias!
Soy mujer cuando tengo la capacidad de que un ser humano
se forme dentro de mí por 9 meses.
Soy mujer cuando doy a luz con dolor o cuando me tengo
que recuperar de una cesárea.
Soy mujer cuando me divido en: madre, esposa, amiga,
psicóloga, enfermera o maestra, todo ello sin necesidad de tener el mencionado
título, o recibir SALARIO alguno por ello.
Soy mujer cuando me levanto temprano a atender a mis
hijos antes de irse a la escuela.
Soy mujer cuando hago todo lo posible por acostar a mis
hijos más temprano para hacer el amor con mi esposo.
Soy mujer cuando quiero complacer a mi pareja aunque no
estemos de acuerdo en algo.
Soy mujer cuando busco un tiempo para tomarme unas copas
con mi esposo, novio, amante, amigo, etc.
Consejos de mujer
Soy mujer cuando doy consejos que ni yo misma aplico en
mi vida, pero que de todos modos, a alguien logran ayudar.
Soy mujer si me gusta el rosado, el azul o el marrón,
tanto si me gustan los deportes como si no los puedo ni ver. Mujer si me gustan
o no, las joyas, ropa o moda... pues me siento femenina con ello, aunque no me
queden igual que a las modelos.
Soy mujer cuando me dejo seducir por los zapatos y
bolsos. Pueden ser 100 pares o más los que tenga, da igual pues me encantan y
los quiero todos, incluso aquellos que ya no utilizo desde hace tiempo porque
ya pasaron de moda.
Soy mujer cuando pido que me traten como una reina, que
me cuiden, que me mimen y me respeten. ¡Porque merezco ser tratada así, claro
que sí!
Soy mujer porque tengo la capacidad de amar y de ser
amada.
Yo soy mujer
Por estas y muchas más razones, soy mujer, y orgullosa de
serlo.
Dedicado a todas aquellas que en algún momento nos hemos
frustrado y sentido que no valemos. Ser mujer es algo hermoso y valioso, a
todas por igual nos debería llenar de orgullo.
GRACIAS
A todos los que conocimos y olvidamos,
a los que nos conocieron y nos olvidaron,
a los que recordamos y nos recuerdan,
a los que amamos y ya no,
a los que aún nos saludan cuando los vemos,
aunque ya no nos hablemos.”
Gracias por todo, gracias.
“Gracias” es una de esas maravillosas palabras que
siempre la guardamos para nosotros. Muchas veces cuando las personas hacen algo
por una damos por hecho que ya agradecimos lo que han hecho por nosotros, pero
no es así, es importante dar las gracias por cada gesto de bondad que
recibimos.
Debemos estar agradecidos cuando alguien nos llama por
teléfono para preguntarnos cómo estamos. ¿Quién obliga a una persona llamar a
otra? Nadie, sólo lo hacen porque nos quieren y nos aprecian.
No seamos personas ingratas y sepamos dar las gracias a
cualquier persona que haga algo por nosotros. Un ejemplo muy claro es que
cuando vamos a un salón a tomar un té pagamos la cuenta, rara vez dando las
gracias a quien nos estuvo atendiendo lo mejor que pudo.
Yo siempre agradezco, hasta a la persona que trabaja en
el supermercado y nos muestra el producto, es un gesto amable y hay que
agradecer. Cuando nos despertamos y abrimos los ojos ¿damos las gracias a Dios
por el solo hecho de respirar? Bueno, eso que cada cual lo responda en su
interior.
Debemos dar las gracias a los amigos que hemos conocido
por Internet, que muchas veces son mejores amigos que los que tenemos a nuestro
lado, siempre ofreciéndonos su apoyo.
Cuando vas por la calle, alguien te reconoce, y se acerca
para hablar contigo; da las gracias por el hecho de que te hable y sea tu
amigo.
Esa palabra tan maravillosa
“gracias”…
es muy corta pero poco usada.
Siempre demos las gracias.
No lo olvidemos, no cuesta nada dar las gracias.
Al contrario, te hace más grande.
Nunca des las cosas por sentadas, di con palabras lo que
sientes, muchas veces por perezosas no llamamos a la casa o a nuestros amigos y
cuando llamas ya es tarde pues esa persona ya no está y lo peor es que ya no
volverá, como cuando alguien que amamos se va de este mundo y no pudimos
hablarle.
No dejemos nada para mañana, muchas veces puede ser
demasiado tarde, hoy mismo agradece todo lo que han hecho por ti y empieza por
decirle a Dios “muchas gracias Señor por darme un día más para enmendar mis
errores” y después, a todas esas personas que hemos dejado de lado…
Te doy las gracias.
Decir gracias,
es la mejor palabra
que nuestra boca puede salir.
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