EL MUNDO SIN TI MUJER

Me he preguntado muchas veces ¿Cómo sería el mundo sin la mujer? y rápidamente he comprendido que sin ella la humanidad no existiría, el amor no tendría razón de ser y no habría vida, el planeta ¡pero qué digo! El universo todo carecería de sentido, porque de nada serviría el cielo y las estrellas ¿Para qué las montañas, el mar y esa luna naciendo en el horizonte por el oriente?, no podría ver la puesta de sol acompañado de su tierna presencia ni pelearle al mar y a sus fieras olas para alcanzar un puerto seguro para solo poder verla, todos mis días y mis noches no tendrían color, se habría muerto la esperanza. Todo estaría yerto, seria silencio pues faltaría el timbre de su sonrisa y el bullicio de los niños, comprendí rápidamente que ¡Por ti mujer se mueve mi universo! porque me lleno de ternuras cuando te pienso. Mujer eres lo más perfecto de la creación, la imagen del mismo Dios en esta tierra, porque le das al silencio un sentido comparable con la dimensión de un campo de tulipanes perfumados, porque llevas rosas encarnadas en tus labios, bellos nardos en tus pechos y en tu aliento, en tus besos en tus manos y tus entrañas el potencial total de poblar el universo con el soplo divino del amor y la belleza de una virgen florentina. La que sabe conservar el honor puro y recogido, la que honra al hombre con solo acompañarlo tomada de su brazo, la que impone la alegría del hogar. Eres así, tu Mujer de alma fuerte y generosa quien nos da su fe piadosa para llenarnos de fortaleza soberana en aquellos momentos duros de la derrota y los fracasos. Eres tu Mujer la amorosa educadora de los hijos y la sabia administradora de su casa. Eres tu Mujer la que vas adelante caminando y llevando la cruz más pesada, y resignada en tu firme derrotero, dando ejemplo y valor en cada instante de la vida. Eres Mujer la que sabe padecer, la que a todos sabe amar; la que el hogar santifica, la que mártir debe ser y que al impulso de su ejemplo de trabajo y de virtud erige en su casa un templo donde reina el amor. Hoy yo este humilde varón que vino a este mundo desde amor contenido en las entrañas de una santa y noble Mujer quiero cantarte con todo mi respeto y toda mi admiración solo a ti abnegada Mujer trabajadora, dulce, tenaz, sacrificada y silenciosa luchadora, que te levantas la primera hora, al atisbar los rayos del sol, si a ti Mujer de los mil nombres, de las mil caras, de las mil horas, compañera en la lucha y con tiempo aún para el amor. A ti Mujer, que día tras día vas al hospital, a la oficina, al campo, a la fábrica, a la escuela, a la calle, al mundo a remar la vida, si Mujer son para ti mis loas, porque aunque llegas a casa extenuada, rendida y desfalleciente, todavía guardas una dulce sonrisa y reservas para amar a los niños y apasionadamente al varón de tus sueños. Seguramente será simplemente por eso, que te escribo estas cosas que la gente las llama poemas o versos, he bebido y bebo en la fuente inagotable de mi profunda admiración por ti Mujer; pero a pesar de las muchas cosas que te he escrito, a ti, si a ti Mujer te lo debía, este justo homenaje, que te dedico incado de rodillas, a esa bendita joya Musa inspiradora de todos mis sentidos, en este tu día, que para mi son todos mis días, para ella: la Madre, Hermana, Esposa, Hija, Compañera o Amante… solo eso simplemente UNA MUJER…¡contigo va toda mi vida!…