En un castillo oriental se encontraron con la muerte de uno de sus guardianes y fue preciso encontrar un substituto.

El gran Maestro convocó a todos los discípulos para determinar quién sería el nuevo centinela y con mucha calma
dijo: “Asumirá el puesto quien resuelva el problema que voy a presentar”
Entonces, colocó una magnífica mesa en el centro de la sala con un jarrón de porcelana y una rosa de extraordinaria
belleza en él, y dijo así: “¡Aquí está el problema!” Todos quedaron asombrados mirando aquella escena: un hermoso
jarrón, una maravillosa flor en el centro. ¿Qué representaría? ¿Qué hacer? ¿Cuál es el enigma? En ese

de la sala y… ¡zaz!… destruyó todo de un solo golpe.
Tan pronto el discípulo retornó a su lugar, el gran Maestro dijo: “Usted será el nuevo guardián del Castillo”. Aunque
veas algo muy lindo, si hay un problema, precisa ser eliminado. Un problema es un problema y no podemos asumir
riesgos.
Muchas personas cargan la vida entera con el peso de cosas que fueron importantes en el pasado y que hoy solo ocupan un espacio inútil en sus corazones y mentes. Si el problema es un sentimiento de rencor o reproche que en algún momento te hizo daño, eso solo forma parte de un pasado.
Hay un proverbio chino que dice: “Para poder beber vino es necesario tirar primero el té”
Limpia tu vida, comienza por las gavetas, armarios, hasta llegar a las cosas que ya no tienen más sentido y que están ocupando espacio, que muchas veces, lejos de ayudarte, te hieren y te impiden tomar un curso diferente en tu vida.

Usa las experiencias del pasado en el presente, para construir tu futuro.
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